"El Barça es tan elegante como Rijkaard"
Ronald Koeman, holandés nacido en Zaandam en 1963, forma parte por derecho propio de la historia del barcelonismo desde que el 20 de mayo de 1992 marcó el gol que dio la Copa de Europa al equipo que entrenaba Johan Cruyff en el mítico estadio de Wembley ante el Sampdoria. Amado como futbolista, Koeman pudo ser también el entrenador del Barça en 2003 si Lluís Bassat hubiera ganado las elecciones porque su secretario técnico, Pep Guardiola, apostaba por el holandés. El vencedor fue Joan Laporta y su directiva se negó entonces a pagar una indemnización al Ajax para conseguir la libertad del técnico pese a que Txiki Begiristain, director deportivo, es igualmente íntimo amigo suyo. El elegido fue otro compañero de nombre Frank Rijkaard. Koeman discutió después con Louis van Gaal y acabó también por abandonar el Ajax para recalar en el Benfica. El equipo portugues recibirá mañana precisamente al Barça en la ida de los cuartos de final de la Champions tras consolidarse como el tercero en su Liga y haber sido eliminado de la Copa.
Pregunta. El martes pasado visitó el Camp Nou para asistir al partido Barça-Getafe. A juzgar por el gran recibimiento que tuvo, nadie reparó en que es el entrenador del Benfica, sino en que figura en el santoral azulgrana.
Respuesta. La gente siempre me ha tratado con mucho cariño.
P. Si tuviera que definir con una palabra lo que vio esa noche, ¿cuál sería?
R. Alegría. Felicidad. Me habían avisado de que las cosas iban bien pero.. ¡hasta que lo ves! Me alegro, además, de que así sea. El Barça es un club que me resulta tan cercano que verle vivir tal estado de felicidad me gusta mucho. Pero resulta que por dos semanas soy el entrenador del equipo rival.
P. Que no el enemigo...
R. No, esa palabra no me gusta. No hay enemigos, sino rivales.
P. ¿Supone el emparejamiento Benfica-Barça un problema para usted sentimentalmente?
R. No, aunque, claro, yo quiero mucho al Barça y sé que la gente me quiere mucho a mí. Sería un problema si la gente no fuera inteligente, que lo es, y yo no me manejara de manera profesional. No es la primera vez que como entrenador me enfrento al Barça. Con el Ajax ya lo hice. Pero era un partido amistoso, una situación diferente. Aunque siempre quieres ganar, ahora va en serio.
P. Quiere ganar, pero ¿puede ganar el Benfica al Barça?
R. Por supuesto. ¿No le ganó Osasuna? Si pudieron ellos, podemos nosotros.
P. Tras eliminar al Chelsea, el optimismo en el Barça es tal que se piensa en la posibilidad de sentenciar la ronda en la ida, sobre todo si se tienen en cuenta los problemas del Benfica para afrontar los partidos de casa. Si acaso, el optimismo se ha rebajado por las ausencia de Puyol, Márquez y Edmilson.
P. Pueden pensar lo que quieran, pero se equivocarán si nos menosprecian. Los problemas que tenemos son ante equipos que se cierran, que piensan en defenderse ante el Benfica. Es cierto que tenemos ciertas carencias en la construcción y la elaboración del juego, que nos cuesta generar ocasiones contra equipos que se cierran atrás, pero, en cambio, nos gusta enfrentarnos a rivales ofensivos. Aunque el Barça se defiende bien, no creo que sea el estilo de equipo que se nos da mal precisamente [en una entrevista concedida ayer a Catalunya Ràdio, Koeman llegó a comentar en tal sentido: "En el Barça van un poco sobrados. Piensan que ya lo han ganado todo y hay equipos muy fuertes todavía. Tanto dentro como fuera de la Liga de Campeones. No se ganan títulos con la boca"].
P. El Benfica ha superado eliminatorias anteriores ante adversarios como el Manchester United y el Liverpool a base de mucho trabajo y la optimización de los goles, por no hablar de cierta fortuna. ¿Es ésa la receta para eliminar al Barça?
R. Necesitaremos algo de suerte, claro. Siempre es necesaria. También que ellos no tengan el día. Porque, si el Barça tiene su noche, si está inspirado y no comete errores, no hay nada que hacer. No creo que haya un equipo que sea capaz de pararle. Pero, si trabajamos bien, como sabemos, podemos ganar a cualquiera. Ésa es la característica principal del Benfica. Somos un equipo muy trabajador. Podemos sorprenderles con trabajo y agresividad.
P. Para ustedes, ¿es la eliminatoria una fiesta pase lo que pase?
R. No; queremos ganar. Sabemos cómo hemos llegado hasta aquí y lo que nos ha costado. Está muy bien, pero no nos conformamos. Por eso, aunque haya una gran diferencia con el Barça, sabemos que en el campo no hay calidad que no pueda ser contrarrestada con el trabajo de los jugadores. Lo importante es saber sacar rendimiento a tus cualidades y lo vamos a intentar.
P. Algo que precisamente usted hacía como futbolista. En la creencia de que los equipos se parecen a quien los dirige, ¿reconoce a Rijkaard en este Barça?
R. Sí, por equilibrado y elegante. Así era Frank en el campo y así es su equipo. Su Barça es un equipo que no descuida la defensa, pero que en el ataque tiene muchísimo talento y cuida el gusto por el fútbol ofensivo, tan compartido en Holanda y Cataluña. Es normal que se hable de su potencial en el ataque, pero la verdad es que defensivamente es un equipo muy fuerte, aunque eso sea menos llamativo.
P. ¿Tiene idea de cómo se puede frenar a Ronaldinho?
R. No. Intuyo cómo podemos hacerlo para que no haga jugar al equipo. Pero, por desgracia, siempre estás a expensas de que una genialidad suya resuelva el choque.
P. Usted y Rijkaard jugaron juntos. ¿Son amigos?
R. Sí, tenemos una gran relación. No somos íntimos ni vamos de vacaciones juntos, pero siempre tuvimos una relación fluida, muy buena, llena de respeto. Era un excelente jugador. Como entrenador, me gana en dos cosas: en los cigarrillos que se fuma y en la edad [Rijkaard tiene un año más].
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