Iniesta hace feliz a Xavi

En el palco, durante el descanso, a Xavi Hernández le reconcomían las ganas de bajar al vestuario y ponerse las botas para solucionar el entuerto: empataba el Barcelona contra el Getafe y el equipo no encontraba el camino a la portería de Luis García. Camino de la reaparición tras una grave lesión, Xavi sabía, como Rijkaard, que el partido pedía a gritos la presencia de Andrés Iniesta, el niño para todos, Andresito para Xavi. Y así fue.

Cuarenta y cinco minutos después, cojeando, el mediocentro de Sabadell bajó exultante al vestuario y se abrazó al de Albacete. "¡Máquina!", le gritó. Y Andresito, que sabe cuánto le quiere y le valora Xavi, le devolvió el afectuoso abrazo la noche en que, por fin, resultó tan determinante para el partido como lo fue a ojos de la hinchada.

Iniesta fue el jugador número 12 del equipo por minutos jugados durante la pasada temporada, convertido en el recurso habitual de Frank Rijkaard en las segundas partes, así que en este curso se esperaba algo más de él, máxime tras la lesión que sufrió Xavi. Y, por lo menos en presencia, lo ha dado, pues los números no mienten. Con 1.268 minutos de juego, y habiendo jugado sólo 10 partidos como titular, Iniesta forma parte del equipo ideal del Barcelona en lo que va de campeonato liguero. Rijkaard tiene razones sobradas para justificarlo: "Lo hemos utilizado como falso centrocampista, para abrir el campo por la banda, como interior, de medio centro o como media punta y en todas las posiciones es capaz de interpretar el juego de manera excelente", dice.

"Este año está siendo mucho más importante para el equipo que el pasado, pero tengo la sensación de que no sois capaces de valorarlo", aseguraba hace un mes, en una charla con periodistas, Ten Cate, el ayudante de Rijkaard. "El problema es que, lesionado Xavi, la gente tiende a mirar a Andrés como su sustituto. Pero Xavi es Xavi y su estilo no se parece en casi nada al de Iniesta. Por eso, pasa desapercibido lo mucho que está aportando al juego", le elogia el director deportivo, Txiki Begiristain, que el martes, al concluir el partido, sacaba pecho: "Ya dije que sólo le faltaba un golpe de suerte. Me alegro por él".

Xavi Hernández coincide con Txiki. "A mí me pasó lo mismo cuando entré en el equipo y Pep Guardiola estaba lesionado. Es una faena tener que soportar que te comparen. Pero lo ha llevado muy bien, como suponía, y ha aportado más de lo que la gente se cree". El martes, Xavi se fue doblemente contento del Camp Nou: ganó el Barça y "Andresito jugó un partidazo".

"Hice lo que me pidió el entrenador, que el balón rodara a más velocidad para llegar antes a portería", aseguró Iniesta tras ganar al Getafe, tan tímido como modesto. Físicamente más potente de lo que aparenta, gracias al trabajo en el gimansio que dio fruto por su capacidad de sacrificio, según le reconoce Paco Seirul.lo, el preparador físico, que cuidó de su evolución muscular cuando militaba en el filial. Iniesta se alineó de mediocentro ante el Getafe y movió al equipo con tanta inteligencia que Eto'o le señaló como culpable de la buena segunda parte del equipo: "Con el niño y el negro jugando a este nivel es imposible no meter goles", dijo el camerunés, refiriéndose a Ronaldinho y a Iniesta.

Andrés se sabe valorado por el equipo y, sobre todo, por el entrenador: "Unas veces las cosas salen mejor y otras peor, pero me siento importante en este equipo". Tan importante que, por talento, es capaz de liderar al líder y hacer feliz a Xavi.