Los últimos informes del 11-M avalan las pruebas de cargo y descartan a ETA

La policía le entregó el viernes al juez Juan del Olmo tres voluminosos informes en los que se desacredita el último intento de vincular el 11-M con ETA y se confirma la validez de dos de las principales pruebas de cargo de los atentados: la única bomba desactivada y el Skoda Fabia hallado el 13 de junio de 2004 en Alcalá de Henares con ADN de Allekema Lamari. Del Olmo ha pedido esos informes para confirmar en el auto de procesamiento la tesis de que el 11-M fue obra de una célula islamista local.

El juez ha desarrollado en los últimos días una ingente actividad para despejar las dudas arrojadas por el PP sobre la autoría del 11-M, incluso durante los actos de homenaje a las víctimas de la masacre (192 muertos, incluido el geo muerto en Leganés, y casi 2.000 heridos) celebrados el sábado. Para ello pidió a la policía que investigase "supuestas informaciones" difundidas con motivo del aniversario de la masacre.

Del Olmo ha citado a los testigos que vieron a Jamal Zougan en los trenes, quienes se han ratificado. Ha interrogado al inspector jefe que custodió la única mochila bomba, que ha confirmado que nunca se rompió la cadena de custodia de esa prueba, y que relata que la única persona que se saltó el cordón de seguridad de la estación de El Pozo fue Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, quien fue evacuada.

Además, ha encargado un informe sobre la "supuesta información" de que Jamal Ahmidan, El Chino, era amigo de varios etarras, lo que ha sido negado por todos los investigadores de la trama, y ha recibido otro informe sobre el Skoda Fabia, que contiene la declaración de un atracador que se lo vendió a Serhane Fakhet, El Tunecino, y datos de la Policía Municipal, que multó ese coche, que avalan que, pese a tanta multa, la grúa no lo retiró.