"Sólo yo puedo salir de ésta"

Los jugadores del Madrid rodearon a Ronaldo después de que el árbitro señalara el final. Todos acudieron a consolar al brasileño, que se encaminaba al vestuario triste y con la mirada fija en sus botas tras fallar un penalti en el último minuto. Al mismo tiempo, Mestalla celebraba la igualada con el ídolo de la noche. "¡Cañizares!, ¡Cañizares!", coreaba la afición. Fueron las dos caras de la moneda de un final trepidante. "Lo he hecho todo perfecto, menos el penalti. Lo he tirado muy mal, pero sólo se equivoca el que lo tira. Ha sido muy mala suerte, para mí, para el equipo y para la afición", explicó Ronaldo. "He marcado goles incluso involuntariamente, pero las cosas ahora no van bien para mí. Sólo yo puedo salir de ésta, y seguro que saldré con ánimo y con mucho trabajo", añadió el delantero brasileño, que reconoció que los ánimos de sus compañeros "siempre están bien".

La gloria fue Cañizares, tras el penalti detenido a Ronaldo. "Lo tira para los dos lados, hay que tener suerte y acertarlo. Si me llego a tirar al otro lado, ¿qué hago? He tenido suerte al adivinarlo, porque Ronaldo tira normalmente por los dos sitios", explicó el meta valencianista, que agradeció los aplausos del público: "Otros días no he estado bien y no han estado contentos conmigo, pero yo nunca me he quejado de la afición".

"El empate no es el final de la Liga", afirmó López Caro pese a que el Barça puede aumentar hoy su ventaja sobre el Valencia y el Madrid si vence a Osasuna. "Somos grandes profesionales, y quedan muchos puntos por jugar. Vamos a trabajar hasta el final para lograr los objetivos más ambiciosos. Antes del partido dije que los tres puntos eran fundamentales, pero hemos de seguir trabajando", añadió el técnico madridista. El discurso de López Caro causó sorpresa al asegurar que el partido, jugado a poca velocidad, había tenido "un gran ritmo" y había sido "buenísimo. "Los aficionados deben estar muy contentos. Se ha visto un gran espectáculo", zanjó el técnico.

El conjunto de López Caro saltó al campo sin Roberto Carlos (baja por sanción), Beckham (lesionado) ni Robinho (suplente), los tres futbolistas que más minutos habían jugado hasta ayer en la Liga. Y sin Ronaldo, que charló durante toda la primera parte con Cassano, su compañero en el banquillo. Su entrada al campo en la última parte del partido causó pánico entre los defensas del Valencia, que no supieron frenarle y recordaron otras grandes actuaciones del brasileño en Mestalla.

El empate permitió al Valencia superar al Madrid en la diferencia de goles entre ambos conjuntos, después de que el conjunto de Quique se impusiera en la primera vuelta en el Bernabéu por 1-2, el 23 de octubre. El conjunto valenciano batió su récord histórico de partidos invicto en la Liga, 16, superando la marca que desde la temporada 1989-90 poseía con Víctor Espárrago en el banquillo. Sin embargo, se ha descolgado después de encadenar tres empates consecutivos, contra Getafe (1-1), Málaga (0-0) y Madrid. El bajón ha coincidido con la sequía de Villa, que acumula cuatro partidos sin marcar.

Los seguidores más radicales de ambos equipos, mientras, protagonizaron algunos incidentes en la grada en la primera parte, ante los que intervinieron las fuerzas de seguridad. El ambiente en Mestalla se caldeó contra Mejuto a mediados del primer tiempo. Ramos cogió el balón con la mano dentro del área sin que Mejuto hubiera señalado falta, ante lo que el árbitro pitó una infracción de Villa para solventar la jugada. "Escuché un pitido y pensé que el árbitro había pitado. Cogí el balón y entonces Iker me dijo que qué hacía", explicó Ramos sobre la jugada.