Estrellas sobre Wadi Rum
EL EDÉN no es un oasis con palmeras y abundante agua. El paraíso se encuentra en Wadi Rum. La belleza está en lo simple: una montaña cincelada por el tiempo, el color rojizo de la arena o un beduino que extiende su esterilla en el desierto para rezar. Wadi Rum no es un lugar saturado de turistas. Y suelen desaparecer según el sol se oculta. En ese preciso momento el desierto jordano deja ver sus mayores encantos: el arrebol del cielo se funde con el ocre de las montañas y la arena en una celebración de los colores. Y cuando creías que con el ocaso la ilusión desaparecería, la rueda de estrellas se ilumina en el cielo. Apoyada en una roca, eres consciente de tu pequeñez. El silecion sólo es roto por el crepitar de la lumbre y el ulular del viento. Te arrebujas en la manta pensando que el paraíso puede ser esto.
