"No puedo vivir en España"

Era el primer contacto del año con los medios de comunicación españoles especializados en la Fórmula 1 y Fernando Alonso quiso aprovechar la ocasión. No para hablar del automovilismo ni de sus expectativas, sino para denunciar que es objeto de una persecución "implacable e inhumana" cuando viaja a España para ver a su familia o entrenarse. "No puedo seguir viviendo en España", llegó a afirmar el asturiano, harto de ver cómo él mismo, sus padres, su hermana y su representante son fotografiados, interceptados, preguntados y, en muchas ocasiones, molestados cuando pasean por la calle.

La historia no es nueva. Desde que se convirtió en el más joven, y primer español, campeón mundial de la F-1, el pasado mes de septiembre en Brasil, Alonso ha estado en el ojo del huracán informativo. Pero desde que se intuyó su relación con Raquel del Rosario, cantante del grupo El Sueño de Morfeo, su vida privada se ha visto tremendamente perturbada por el simple hecho de que se ha convertido en un personaje clave en la denominada prensa rosa, las revistas y los programas de televisión que se ocupan de los asuntos amorosos. "El problema", explica Luis García Abad, representante de Alonso, "es que ahora mismo no puede pisar el territorio español sin ser perseguido por motos, coches, cámaras de televisión, fotógrafos y periodistas. Y, lo que es más grave, este tema ya no sólo le afecta a él, sino también a toda su familia y a mí mismo".

García Abad cuenta que la madre de Alonso fue fotografiada incluso cuando compraba en un supermercado, que ha habido coches que han seguido a su hermana cuando iba a trabajar al hospital, que algunos periodistas han realizado guardias frente al domicilio particular de los Alonso en Oviedo y que han intentado sacar fotos desde el exterior y que en ocasiones hasta han llamado a la puerta para saber si estaba en casa. "Incluso a mí me han seguido coches para comprobar si iba a reunirme con él", alega, consternado.

La gota que colmó el vaso, según confesó Alonso, fue un reportaje en el que se anunciaba su boda para el próximo mes de diciembre. "Estaba lleno de falsedades, pero nadie se molestó en cotejarlo con ninguno de nosotros", aseguró García Abad; "y muchos medios se hicieron eco de ello sin molestarse en averiguar si era cierto o no".

Probablemente, todo ello ha influido para que Alonso se haya comprado una vivienda en Suiza con la intención de desaparecer de España el máximo tiempo posible. "A mí me gustaría poder vivir en España, tal y como lo hacen todos los pilotos en sus respectivos países", afirmó Alonso; "pero estoy viendo que eso va a ser imposible".

Éste fue el contenido de la conferencia de prensa que el ovetense mantuvo ayer con los periodistas españoles desplazados a Bahrein. No quiso hablar de temas deportivos, y amenazó con no hablar con los medios implicados, consciente de que acababa de hacerlo en la reunión organizada por la federación internacional y de que no perjudicaba a nadie. Fue allí donde aseguró que ser el campeón "no cambia nada": "Deberé seguir dando lo mejor de mí mismo". Sin embargo, sí reconoció que llevar el número 1 en el capó de su bólido le motiva y le da confianza: "El nuevo Renault es muy competitivo. Hemos preparado a tope esta carrera. Y quiero ganar otra vez el título. No sólo para mí, sino también para Renault. Haber firmado por McLaren para 2007 me permite concentrarme sólo en las carreras y estar más relajado".

Alonso es el máximo aspirante a la victoria en Bahrein porque, tal y como reconoció Pedro Martínez de la Rosa, probador de McLaren, "Renault es la escudería que mejor ha hecho los deberes en el invierno y, si no comete errores, estará en lo más alto del podio". Hoy comenzarán a rugir los motores.