El cacique del Villarreal

Frente a las embestidas del Glasgow Rangers, que fueron constantes en la segunda parte, emergió el miércoles, en El Madrigal, la figura de Gonzalo Rodríguez, 21 años y cara de adolescente, que volvió a dar una exhibición al corte. Parecida a la que ofreció en Old Trafford hace unos meses ante el Manchester United. Acude con tal determinación y velocidad a tapar los defectos de sus compañeros que es de esos defensas que intimida a los delanteros. Gracias a él, en gran parte, el Villarreal, flamante cuartofinalista, se ha convertido en uno de los equipos menos goleados de la Liga de Campeones y en uno de los pocos invictos.

La defensa del Villarreal es una contradicción en sí misma: ofrece muchos síntomas de vulnerabilidad y, en cambio, acabó la primera fase de la Champions como la menos goleada, con sólo dos tantos en contra, empatada con dos conjuntos defensivos por excelencia: el Liverpool y el Chelsea. En la eliminatoria de los octavos, ante el Rangers, ha recibido más goles que en toda la primera fase (tres), pero sigue sin perder un partido. Esto responde a una serie de razones más o menos explícitas, aunque una sí parece clara: Gonzalo Rodríguez.

¿Ante qué defensa estamos? "Es un proyecto de central sensacional", afirma Jesús Martínez, ex central argentino y ex secretario técnico del Valencia, que pinta un retrato pormenorizado de un jugador que conoce ya de su época de juvenil en el San Lorenzo: "Es fuerte de cabeza, tiene velocidad, va muy bien a los pies cuando tiene que ir

[en eso es muy inglés: sabe lo que es un tackle] y agresivo, aunque a veces es demasiado vehemente y se excede. Le falta la experiencia para amagar y quedarse y, ante una adversidad, no cometer excesos que pueden acabar en una expulsión o en una lesión. Es un central que, por su ritmo, es bastante europeo y no necesitó adaptación".

En efecto. Llegó al Villarreal hace dos años procedente del San Lorenzo y, desde entonces, no ha parado de progresar. "Es mejor incluso de lo que pensábamos", subraya Fernando Roig, director deportivo del club castellonense. "Ya lo seguíamos de su época en el San Lorenzo y, además, el entrenador [Manuel Pellegrini, que dirigió a este equipo argentino] nos habló de él", añade.

"Le falta un gradito de madurez", confirma Juan Carlos Garrido, técnico y director de la escuela del Villarreal, "para ser uno de los mejores defensas del mundo. Es rápido, incisivo, duro, de cabeza va bien y con el balón arranca con calidad como en la jugada del martes [salió disparado en un contragolpe desde su zona, con una enorme fortaleza, y sirvió un pase interior a Forlán que éste desaprovechó ante la salida del portero holandés Waterreus]. Es un espectáculo cuando va al corte".

Y, sin embargo, Gonzalo Rodríguez sólo ha sido dos veces internacional. Martínez tiene una explicación: "La selección lleva un proceso. Cuando se muere un general, Peckerman [José, el seleccionador] pone a otro. Respeta la jerarquía. Heinze, Samuel, Ayala, Burdisso, Coloccini... Pero Argentina está jugando con tres centrales y creo que Gonzalo, si sigue a este nivel, va a ir al Mundial".

El defensa está preocupado: "Últimamente, no fui citado". Afirma que le queda "todo por aprender, sobre todo el golpeo con la izquierda". Y agrega que Ayala y Coloccini son sus centrales de referencia. Aunque su ídolo fue El Cabezón Ruggeri, que jugó en 1995 en el San Lorenzo, equipo del que se declara hincha. Una pasión que heredó de su padre, que fue carnicero.