Blanquirrojo y ¿rojiblanco?
El central del Sevilla jugará contra el Athletic, con el que negocia un posible contrato
Las relaciones profesionales entre los futbolistas y los clubes avanzan, normalmente a golpe de sentencia, hacia la protección de los derechos laborales de los jugadores. La reciente reglamentación sobre la transferencia de futbolistas adoptada por la FIFA es un claro ejemplo de ello, pero algunos casos han puesto en evidencia que la competición misma pudiera verse afectada o alterada por acciones que ese reglamento ampara.
A lo largo de esta semana, algunos medios de comunicación del País Vasco y Andalucía han llegado a asegurar que el central sevillista Aitor Ocio está a punto de firmar un contrato con el Athletic y hoy se enfrentan ambos conjuntos en el Sánchez Pizjuán en un partido muy importante para ambos clubes: el andaluz quiere mantenerse cerca de los puestos de la tabla que llevan a las competiciones europeas y el vasco lucha para evitar los que llevan a Segunda.
"Hay un familiar muy directo que está llevando el asunto", reconoce el defensa
Según las normas de la FIFA, un jugador puede enfrentarse al que será su nuevo club
En la actualidad, y según el artículo 18 del reglamento sobre el estatuto y transferencia de jugadores de la FIFA, un futbolista puede negociar y comprometerse abiertamente con cualquier club en los seis meses anteriores a la finalización de su contrato con otro. Podría, pues, darse la situación de que un jugador se enfrentara al que oficial y legalmente será su próximo lugar de trabajo, que podría estar jugándose la permanencia, el campeonato o una plaza para las competiciones europeas. Nadie ha puesto en duda la honestidad y la profesionalidad del jugador de Vitoria, pero su caso sí que ha servido para destacar un conflicto en las normas que avalarían algunas situaciones que podrían llegar a ser muy negativas para la competición.
Ocio pidió al final de la semana que se le dejara hablar con la prensa especializada para que su versión de lo que sucede se hiciera pública. El central vitoriano aseguró que todo lo que se había dicho sobre su inminente vínculo con el Athletic es falso. "En algún medio, tanto en Bilbao como en Sevilla, se ha publicado que mi agente va a cerrar el fichaje con el Athletic en las horas previas al partido. Me parece muy desafortunado y descabellado. Hace tiempo que yo estaba funcionando sin agente. Hay un familiar muy directo que está llevando las posibles negociaciones. Puedo asegurar que esta persona, este fin de semana, no va a estar en Sevilla. Quiero negar tajantemente esta posibilidad".
El defensa vasco llegó en 2001 al Sevilla de la misma manera y del mismo club al que parece que se va a ir. El conjunto bilbaíno no quiso o no pudo ofrecerle el mismo salario que el sevillano y el futbolista se unió al grupo que entrenaba entonces Joaquín Caparrós. A pesar del esfuerzo económico, Ocio no hizo buenas migas con el técnico y no tuvo muchas oportunidades de entrar en la alineación titular. No ocultaba su malestar y, al final de la temporada, pidió al club que atendiera con atención las posibles ofertas para contratarle. Se habló del Deportivo y de un par de clubes ingleses, pero el presidente siempre negó haber recibido ofertas en concreto.
Con la llegada de Juande Ramos al banquillo sevillista, Ocio ha entrado bastante más en el grupo elegido desde el inicio. Curiosamente, con Javi Navarro con un partido de sanción tras haber recibido en Montjuïc la quinta amonestación el domingo pasado, es muy probable que se quede fuera del partido de esta tarde contra el Athletic. Si Ramos decide finalmente dejar en el banquillo a Ocio, se verá una zaga sevillista inédita y tácticamente peculiar. Los otros dos centrales de la plantilla, Dragutinovic y Escudé, son zurdos, muy zurdos, y, aunque esa situación se ha visto en cientos de partidos y otros tantos clubes, añadiría sospechas a los verdaderos motivos de la suplencia del defensa vasco.
Por su parte, el Athletic está muy interesado en el regreso de Ocio a su plantilla. El vitoriano dejó un grato recuerdo entre los aficionados y los técnicos rojiblancos y, además, el centro de la defensa es uno de los puntos más flojos y criticados del equipo.
El entrenador del conjunto bilbaíno, Javier Clemente, se defendió ayer en Lezama de las críticas por considerar exageradamente defensivo el grupo elegido para saltar al césped del Sánchez Pizjuán. Clemente dijo que sacaría un equipo que "para ganar tenga menos riesgos de perder".
"Tengo que pensar qué equipo puede ganar en Sevilla con menos riesgos", aseguró el técnico vizcaíno en relación con la ausencia del equipo titular de Etxeberria y Urzaiz para dar entrada a hombres de corte más defensivo como Amorebieta y Casas.
En el Sevilla el que no estará será el centrocampista Martí. Ramos siente especialmente la ausencia de este trabajador incansable de la presión y el contraataque. También es dudoso Daniel Alves, aunque éste sí ha entrado finalmente en la convocatoria.
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