"Me he sentido incomprendido, pero lo volvería a hacer"

El presidente de la patronal CEOE, José María Cuevas, fue reelegido en el cargo el pasado 16 de febrero. Finalmente, sin contrincante. Su homólogo de la patronal catalana Fomento del Trabajo, Juan Rosell, generó desconcierto al optar en el último momento por no presentar una candidatura alternativa que llevaba meses preparando, aludiendo a "las circunstancias políticas". El programa de Fomento para renovar la CEOE ha distanciado a ambas organizaciones, aunque se ha evitado la ruptura.

Pregunta. Visto lo ocurrido, ¿llegó a plantearse realmente presentarse o era un bluff?

Respuesta. Sí, claro. Pero siempre dijimos en Fomento que lo menos importante era el candidato. Lo vital era presentar un programa. Eso no se entendió.

No me he presentado, pero es como si lo hubiera hecho. Y con un desgaste personal importante"

"Espero que el cambio llegue, y desde dentro. Hemos hecho lo que debíamos, y con un gran deterioro en nuestras relaciones con la CEOE"

P. Presentó un programa y el actual presidente no lo asumió. ¿Por qué no se presentó usted finalmente?

R. Porque muchas organizaciones a las que intentamos explicárselo no quisieron ni siquiera entrar a discutirlo. Vimos entonces que el problema de fondo era de tempo y de procedencia.

P. ¿Quiere decir que no quisieron porque es catalán?

R. Sí, claro. La propuesta se presentaba desde Cataluña y probablemente eso ayudó a que no se tuviera en cuenta. El momento político en Cataluña y en toda España tampoco parecía el más adecuado. Insistir parecía que era echar más gasolina al incendio.

P. ¿Ser catalán es un problema? Un catalán, Carlos Ferrer Salat, ya presidió la CEOE.

R. La historia de finales de los años setenta no tiene nada que ver con la actual. Hoy las relaciones entre Cataluña y España no pasan por un buen momento. A veces, en Cataluña alguien no hace o no dice las cosas correctamente, o mete la pata. Pero eso no significa que la metan todos los catalanes. No es justo, ni correcto, ni bueno que se generalice.

P. ¿No fue un error no haber dicho si se presentaba hace unos meses? ¿Por qué tardó tanto? El clima político estaba igual de crispado en septiembre pasado...

R. El Estatuto y la oferta pública de adquisición (OPA) de Gas Natural sobre Endesa crisparon terriblemente el clima político. Fue entonces cuando el presidente de la CEOE anunció que se presentaba a la reelección. Pensamos que debíamos esperar a que la crispación bajara, y en esto sí que nos equivocamos. La crispación no ha ido a menos, probablemente ha ido a más. Fue un error mío pensar que las heridas no estaban tan abiertas y que la situación política no era tan compleja.

P. Pero al final no se presentó porque tenía miedo de perder.

R. Bueno, no me he presentado pero es como si lo hubiera hecho, y con un desgaste personal importante. Al final, hemos dicho lo que teníamos que decir, que lo importante era el programa y abrir una reflexión para mejorar la CEOE. Vamos a ver si con el tiempo algunas de las cosas que hemos planteado se pueden llevar adelante. Hemos pasado página. Miramos al futuro, y con la intención de escuchar.

P. Si se hubiera presentado y perdido, al menos habría sido coherente con su programa.

R. Seguimos siendo coherentes con nuestro programa.

P. Pero la CEOE no parece interesada en renovarse.

R. Esperamos que más bien pronto que tarde se empiece a debatir ese asunto. Queremos discutir la renovación entre todos, y con esa buena voluntad hemos actuado. Seguro que hemos cometido errores, pero no podemos vivir del planteamiento ya hecho.

P. ¿En qué se basa para decir que más bien pronto que tarde la CEOE hablará de renovación?

R. Fuera del periodo electoral, muchas organizaciones que no quisieron discutir el programa porque no creían que fuera el momento oportuno quizá se abran a hacerlo ahora. Las cosas que se dicen en público no son las que se dicen en privado. Espero que el cambio llegue, y desde dentro. Poquito a poco. Insisto, hemos hecho lo que debíamos hacer, y con un importante deterioro en nuestras relaciones con la CEOE. Me he sentido incomprendido. Hemos pecado de buena fe, pero lo volvería a hacer. Hay que decir lo que uno piensa. He tenido que escuchar muchas cosas falsas.

P. ¿Como qué?

R. Que soy separatista, que no entiendo a España, que hacíamos movimientos por detrás cuando hemos dado cada paso a pecho descubierto, con luz y taquígrafos, sin querer explicar cosas que se hubieran podido explicar para no herir ni a las personas ni a las instituciones, probablemente con algo de ingenuidad.

P. ¿El desgaste personal le impide volver a ser candidato?

R. Ni me lo planteo. He hecho lo que creía.

P. ¿Cuevas es hoy más fuerte?

R. Cuevas ha tenido el resultado que ha tenido. Que cada uno haga las lecturas que quiera.

P. Juan Gaspart, que entra en la ejecutiva de la CEOE, dijo que tarde o temprano usted volvería a ella. ¿Es un deseo o hay pacto?

R. He decidido no entrar ni en la junta directiva ni en el comité ejecutivo de Fomento. Mis relaciones personales dentro de la CEOE no son todo lo buenas que debieran ser, pero eso se va a subsanar con el tiempo.

P. ¿No es Cuevas quien le ha impedido entrar?

R. No. Es una decisión personal mía. No era bueno que yo estuviera allí. Le pedí a Gaspart si podía hacerme el favor de representar a Fomento en los próximos tiempos. Y Gaspart dijo que sí, siempre y cuando él pueda obligarme a que yo vuelva. No le he dicho sí ni no.

P. ¿Y por qué Fomento se ha quedado sin vicepresidencia?

R. Las vicepresidencias no son decisivas. No van acompañadas de ninguna responsabilidad especial en el comité ejecutivo. De todos modos, a quien se la tienen que ofrecer es al presidente de Fomento, y eso no ha ocurrido.

P. Dice que Fomento tendrá una relación más independiente con la CEOE. ¿Qué implica eso?

R. Hemos tenido una lealtad al 1.000% con la CEOE. Y no siempre estábamos del todo de acuerdo, pero asumíamos sus planteamientos. No quiero decir que vayamos a ser desleales. Pero hay legislaciones donde las autonomías tienen mucho que decir y Fomento incidirá en lo que nos afecte.