"Ronaldo enturbió la magia"

Raúl, la voz más autorizada de la plantilla del Madrid, criticó ayer a Ronaldo por lo inoportuno de sus quejas contra el público del Bernabéu. "Ronaldo se equivocó en el día que eligió para manifestarse", dijo el capitán; "yo no voy a juzgar sus sensaciones, sino el momento [la víspera de recibir al Arsenal, el lunes pasado]".

"Enturbió la magia de un partido de Champions pensando más en sí mismo que en el equipo", prosiguió el capitán. "Necesitamos al mejor Ronaldo. Le necesitamos para que consiga los goles. Él es querido en el Bernabéu cuando marca goles y juega bien. El Bernabéu nos exige a todos por igual y él tiene que poner de su parte también. Está claro que el equipo le va a ayudar en todo lo que sea posible", matizó luego.

El agente de prensa de Ronaldo aseguró, en cualquier caso, que su representado es inocente, puesto que la elección de fecha para las conferencias de prensa no son responsabilidad suya, sino del club.

Las palabras de Raúl trasladaron públicamente una idea que toma forma en todos los estamentos del Madrid, partiendo del vestuario. Allí, la plantilla se divide en dos partes: los indiferentes y los que consideran que Ronaldo se ha convertido en un factor de controversia insoportable. Este último sector considera que el brasileño ya goza de suficientes prerrogativas -inalcanzables para todos, excepto Beckham- como para emplazar a la grada a una mayor exhibición de afecto.

La mayoría del vestuario, sin embargo, opina en contra de lo que piensa la zona más noble del Bernabéu. Para la parte más importante de la directiva, Ronaldo debe seguir en el Madrid -acaba su contrato en 2008- porque su carisma y su calidad lo hacen insustituible, sobre todo como símbolo mercantil. A su vez, Ronaldo dice que tiene dudas sobre su futuro. En el mejor de los casos, es un escéptico. "Después del Mundial haré balance", dijo el lunes, como quien anuncia la consulta del oráculo. Es la clase de comentario que hizo en sus últimos días en el Barcelona y el Inter.

"Un golpe de autoridad"

Ronaldo dirigió su principal queja contra el público del Bernabéu, al que acusó de no tratarlo con "cariño". El delantero se sintió repudiado desde 2002, cuando el gentío aclamó a Raúl el día que él exhibió su Balón de Oro.

En su análisis de la situación del equipo, Raúl apuntó ayer que para tener posibilidades de conquistar la Liga no queda más remedio que lograr dos gestas: "Las dos visitas que haremos al Barcelona y el Valencia marcarán la temporada. Si no damos un golpe de autoridad en esos campos, será muy complicado. El Barça es candidato firme para ganar la Liga y la Champions".

Al valorar la preparación del Mundial, Raúl lamentó la lesión de Xavi, que se rompió los ligamentos cruzados de una rodilla y puede que no llegue a tiempo: "Era el jugador clave y el que más en forma estaba de todos". Sobre su participación fue igual de rotundo: "Puedo llega en las mejores condiciones en que he alcanzado un campeonato de esta naturaleza si adquiero el ritmo adecuado".

Raúl admitió que hubo un momento en que lo vio todo negro: "El día que me hicieron la resonancia pensé que me perdía el Mundial. No me esperaba una imagen como ésa. Ahora hay que ver cómo responde la rodilla si juego muchos partidos seguidos".

Raúl celebró ayer su primera conferencia de prensa después de recuperarse de una grave lesión de rodilla. Se presentó en la sala de prensa acompañado por el jefe de los servicios médicos madridistas, Alfonso del Corral, a quien quiso agradecer públicamente el trabajo. El capitán extendió su agradecimiento a todos los fisioterapeutas y médicos del club, de la clínica La Fraternidad y de la federación.