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Reportaje:

"Tranquilos, estoy bien"

Messi, tras las patadas recibidas ante el Chelsea, calmó a sus compañeros en el descanso - En el intermedio, Rijkaard dijo a los suyos: "A por ellos, no penséis en el empate, tenemos una oportunidad única"

En el moderno vestuario visitante de Stamford Bridge, en el descanso del Chelsea-Barça, todos buscaron a Messi. "Tranquilos, estoy bien", les dijo la pulga a sus compañeros cuando se interesaron por su estado. En sus piernas, las marcas de los tacos de las botas de Del Horno eran más que evidentes. Impertérrito, ajeno a cualquier sensación de dolor, se limitó a quitarse el barro de los tacos de una bota que, en Londres, excepcionalmente, fueron de aluminio -buscando mayor capacidad de agarre sobre el barrizal-, y se dispuso a seguir jugando. Tranquilizados todos por la calma del pibe, Rijkaard tomó la palabra. No habría cambios, pero sí una consigna: "A por ellos. No penséis en el empate. La oportunidad es única. Están con diez, abrir el campo, tocar y a por el partido".

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Sucedió que el equipo se atolondró y el Chelsea se puso 1-0. Rijkaard sacó a Larsson y le dio libertad a Ronaldinho. Entonces, el equipo entendió que las palabras del entrenador iban en serio y logró imponer la superioridad de efectivos sobre el campo, según reconocía ayer Eusebio Sacristán. Entonces, Messi explotó definitivamente. "Una de las claves fue que Leo es muy obediente y tenemos suerte. En parte se debe a que ha visto a Ronaldinho pegarse a la izquierda y también a que ve que resulta efectivo. Toca menos veces la pelota, pero casi siempre le saca mucho rendimiento", dijo el ayudante de Rijkaard. Tanto, que ha puesto Europa a sus pies y medio mundo disfruta de su juego. "Es un crack. Y, como sucede con Roni o Eto'o, siempre sorprende. Los cracks siempre se sacan algo de la chistera", le elogió Edmilson. "Messi nos despierta la misma ilusión a los argentinos que nos generaba Maradona cuando empezó", aseguró Julio Grondona, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Hasta en Tailandia, la televisión se recreó repitiendo ayer el partidazo de Messi y las agresiones de Del Horno.

Messi vio el partido de la temporada pasada por televisión y, como todo el Barça, se ha hecho mayor en un año. Los azulgrana salieron entonces de Stamford Bridge tirándose de los pelos por los dos balones al palo que envió Iniesta, por el gol de Terry con falta sobre Valdés incluida y por las tres dianas encajadas en media hora. Y, encima, quedó la imagen de Rijkaard fuera de sí, llegando casi a las manos con Mourinho en el vestuario. Escarmentado por una eliminatoria tan tortuosa, todo el vestuario ha madurado y parece contagiado de la armonía que transmite el holandés, que ni se inmutó cuando el portugués se le acercó durante el partido para comentarle un lance del juego.

El doble rasero de Mourinho

Nadie ha caído en las provocaciones del portugués tras acusar a Messi de hacer teatro. Mourinho fue víctima de su propia trampa. Hace poco, Rafa Benítez, técnico del Liverpool, se quejó de que Robben hubiera sobreactuado en un encontronazo con Reina que le supuso al guardameta la expulsión y la posterior sanción de tres partidos. El encuentro acabó 2-0. "Ya es normal que Benítez se queje", dijo entonces el portugués, que recalcó: "Acaba de perder un encuentro y cuando pierdes un partido sólo puedes buscar excusas para que no te echen del trabajo".

Nadie del Barça le recordó esa contradicción. Todos, salvo Eto'o, se remitieron a dos cosas: a las imágenes y a respetar las opiniones de todo el mundo. Márquez sostuvo: "Ya conocemos todos a Mourinho. Sin palabras. Cada uno tiene una manera de ver las cosas. No seguimos la consigna del míster, pero todos coincidimos bastante con él". Ni se inmutó cuando le comentaron que un periódico inglés tildó a Messi de "perro". "Las imágenes son verdaderas. Fueron a hacerle daño, pero hay que respetar esas opiniones. El Chelsea aún no está muerto y vendrá a por todas". "¿El césped?", se preguntó Edmilson. "El balón lo tuvimos nosotros. Me sentí muy a gusto en ese campo", dijo. Eto'o no parecía agotado pese a que durmió hora y media. Ayer viajó a Mallorca donde se presentó el equipo motociclista de Aprilia. Allí comentó: "Del Horno estaba atemorizado y por eso hizo lo que hizo. La primera entrada ya era de expulsión. Además, el campo estaba muy mal, sobre todo en las áreas. Mourinho lo hizo regar varias veces. Hay campos de Camerún que están mejor".

Messi intenta escaparse de Del Horno en el partido del pasado miércoles.
Messi intenta escaparse de Del Horno en el partido del pasado miércoles.REUTERS

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