Empleados móviles

Un estudio de la consultora IDC prevé que los empleados con dispositivos móviles que les permitan realizar tareas fuera de sus puestos de trabajo habituales pasarán de 650 millones en 2004 a más de 850 millones en 2009, una cuarta parte de la fuerza laboral mundial. En Europa, una de cada diez empresas tiene un plan para facilitar la implantación de estos dispositivos.

El Grupo Codere calcula que ha mejorado el 25% la productividad y un 20% la satisfacción del cliente por el uso de este tipo de tecnología

Un 10% de las empresas europeas cuenta, según IDC, con planes de movilidad, destinados a facilitar el uso de las nuevas tecnologías para que los empleados puedan trabajar fuera de su puesto y mejorar el rendimiento empresarial. En general, se trata de iniciativas incipientes que se limitan a facilitar la consulta del correo electrónico a través de los nuevos móviles, del portátil o de agendas electrónicas.

La previsión de la consultora, no obstante, apunta a que la progresiva introducción de terminales inalámbricos cada vez más eficaces y la implantación paulatina de una red de acceso de alta velocidad acelerará su desarrollo. Según su informe, Worldwide Mobile Worker Population 2004- 2009, Estados Unidos lidera esta evolución: cuando acabe la década, en torno al 70% de sus trabajadores utilizará dispositivos móviles.

En Europa las cosas van más lentas y, según la misma fuente, el continente pasará de los 80 millones de trabajadores móviles de 2004 a más de 88 millones en 2009, un incremento del 10%. Los expertos de IDC consideran que la implantación de planes que favorezcan la movilidad mejora la productividad.

Para Sandra Sieber, profesora del IESE, "el mercado europeo no acaba de despegar por varias razones, entre ellas, que la puesta en marcha de planes de movilidad aún no es una preocupación principal de los directivos". A ello se une el que "las empresas prefieren invertir en redes Wi-fi

[conexión a Internet sin cables] antes que apostar por los dispositivos móviles". Según una encuesta internacional de la consultora Forrester, los mayores frenos empresariales son los problemas de seguridad de los datos (35%), los costes (19%) y la desconfianza sobre la fiabilidad de su funcionamiento (16%).

A la espera de que estas previsiones se cumplan, ya hay ejemplos de empresas españolas que han dado este paso con éxito. En unas jornadas organizadas recientemente por la escuela de negocios IESE y la empresa Tempos 21 se expusieron algunos casos. Como el de PERI, una firma de montaje y fabricación de andamios y encofrados. Los jefes de equipo, inspectores y supervisores de obra llevan agendas electrónicas, expuso Fernando Acaso, subdirector de la División de Andamios. El mayor inconveniente, informó, es la duración de las baterías, sobre todo para la carga de trabajo de los inspectores de obra. Las ventajas pasan por el ahorro de costes (reducción de desplazamientos y de tareas administrativas, así como menores gastos de telefonía), más precisión y agilidad en la facturación, y un mayor control sobre el desarrollo de las obras. Esto último incluye el uso de los dispositivos móviles para "una eficiente gestión de las incidencias, la solicitud de recogida de material, la petición de materiales previstos o adicionales, la introducción de mediciones de obra y la realización de fotos para verificar el estado de la construcción y su entrega en plazo".

Otro caso es el del hospital Clínic de Barcelona, que ha incorporado terminales Blackberry [híbrido de móvil y agenda electrónica] para enviar a una web datos de accidentados desde las ambulancias en servicio. Los receptores son los médicos de urgencia, que pueden recibir esa información antes de que el paciente llegue al hospital. Parte de los datos los introducen directamente los aparatos desfibriladores de las ambulancias; el resto, el personal médico que trabaja en ellas.

Otro ejemplo es el Grupo Codere, de la industria del juego. Esta empresa cuenta con 100 técnicos a pie de calle, cada uno con un móvil con un programa informático específico. El responsable de cada equipo en la central asigna en tiempo real un aviso de avería a un técnico. A su vez, éste puede enviar desde el terminal telefónico todos los datos referentes al cliente. La empresa cifra en un 25% el incremento de la productividad, en un 20% el aumento de la satisfacción del cliente y en un 75% la reducción de las tareas administrativas. Llamativo también es el caso de Grupo CLD, empresa de mantenimiento de las papeleras de Barcelona. Sus empleados llevan unos móviles que, al aproximarlos a cada papelera, en la que previamente se ha instalado una etiqueta de radiofrecuencia, envían a la central datos sobre el nivel de llenado, información que luego se pone a disposición de los inspectores municipales.