Thatcher, el musical
El 'lado vulnerable' de La Dama de Hierro pasa a los escenarios del Reino Unido
Margaret Thatcher, la mujer que dominó la política británica durante todos los años ochenta, tan querida por unos como odiada por todos los demás, nunca llegará a los altares pero al menos ha conseguido ya llegar a los escenarios. Foursight Theatre, una pequeña compañía independiente formada toda por mujeres, ha puesto en escena la vida de la Dama de Hierro en forma de musical. Se ha representado esta semana durante unos pocos días en el Warwick Arts Center de Coventry y el próximo otoño se irá de gira nacional.
Los críticos han acogido la representación con bastante menos furor del que en su día provocó su actividad política. Aunque el crítico del radical The Independent le da sólo una estrella sobre cinco posibles, el del prolaborista The Guardian lo premia con tres aceptables estrellas, y el Telegraph, el diario de los tories, reconoce que al principio pensó que Thatcher: The Musical, como se llama la obra, "se iba a hundir más rápido que el Belgrano
[el crucero argentino hundido por los británicos en la guerra de las Malvinas], torpedeado por su propia ineptitud". "Pero uno emerge de esta amena travesura a través de la vida y los tiempos de la Dama de Hierro agradecido de que alguien en el mundo del teatro haya por fin tenido la decencia de reconocer su papel sísmico en la política británica y habiendo disfrutado de algunas cariñosas carcajadas a expensas de su ambición de cambiar la nación", añade el crítico.
"No hemos querido ni glorificar ni denigrar a Margaret Thatcher", ha explicado la directora de la obra, Nami Cooke. "Mucha gente la odia; hizo cosas terribles. Pero no se puede negar que tenía su lado humano. No puedes reducirla a un monstruo. Queremos mostrar su lado vulnerable; todos la hemos visto llorar", advierte.
Con canciones de Gin Dowse y arreglos de Mary Keith, codirigida entre Cooke y Deborah Barnard e interpretada por nueve actrices distintas, según cada momento de la vida de la protagonista, el musical arranca con la Maggie hija de un tendero de Lincolnshire y sigue con la madre de los gemelos Mark y Carole, la mujer que llega al poder, la Maggie militarista que refuerza su liderazgo político en la guerra de las Malvinas, la sacrificada, la rota, la diva, hasta culminar con Britannia Maggie.
La obra está salpicada con multitud de personajes del momento, desde Denis Thatcher, el marido rico y emprendedor que le financió la carrera política, hasta amigos y aliados como Ronald Reagan, en quien se inspiró para defender sus divisivas reformas económicas y con el que se alió para encumbrar a Mijaíl Gorbachov a sabiendas de que era la mejor manera de acabar con la Unión Soviética. Aparecen también enemigos y rivales políticos, como Edward Heath, al que desbancó del liderazgo conservador, o Michael Heseltine, el Brutus que le dio el golpe de gracia para forzar su salida de Downing Street.
Thatcher: The Musical traza un retrato de pantomima que no deja de ser un reflejo de su carrera política, a juicio de algunos críticos, y por el que desfilan muchos de los símbolos más relevantes de su discutido mandato político, desde las polémicas reformas económicas y su enfrentamiento brutal con los mineros, que le mereció el apelativo de Dama de Hierro, hasta la inevitable guerra de las Malvinas o su obsesiva fijación con Europa.
El Foursight Theatre, compuesto sólo por mujeres, se ha especializado en personajes femeninos, desde Boadicea, la reina celta que se reveló contra los romanos, a Eva Braun y otras mujeres de Hitler, María I de Inglaterra (la Sangrienta) e Isabel I (la Reina Virgen), Medea, la reina troyana Hecuba o las mujeres de Enrique VIII. Es la primera vez que se atreve con una mujer que está aún en vida.
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