Siete españoles detenidos al sur de Lisboa con ocho toneladas de cocaína
La mayor parte de la droga, que valdría 280 millones en la calle, se ocultaba en un camión
La Policía Judicial portuguesa realizó en la madrugada de ayer la mayor aprehensión de cocaína de la historia de Portugal, al incautarse de ocho toneladas de cocaína en tres lugares distintos del país. Una parte de la droga se encontraba en el doble fondo de un camión que iba escoltado por un coche y que transportaba aparentemente hortalizas.
El vehículo fue interceptado cuando circulaba por la A-2 (Algarve-Lisboa) a la altura de Grândola, en el litoral del Alentejo, con 100 fardos de 25 kilos de peso a bordo. Un segundo alijo, de sólo dos fardos, fue hallado en un coche que circulaba por Lagoa (Algarve); y el tercero, que contenía un tercio del total de la droga encontrada, en un almacén de Silves, también en el Algarve. Seis hombres y una mujer, todos oriundos de Galicia y miembros de una potente red internacional, según la policía, fueron detenidos en la operación.
La nota policial señala que los siete detenidos pertenecían a una potente red internacional de tráfico de drogas que operaba en la zona del Algarve y pretendía introducir la cocaína, procedente de un país de América Latina aún no identificado, en España para desde allí distribuirla también a otros países de Europa.
Las ocho toneladas de droga estaban distribuidas en 336 fardos de entre 23 y 25 kilogramos cada uno. 100 de ellos viajaban en el camión de verduras, 234 fueron incautados en el almacén de Silves, y los dos restantes en un coche que circulaba por la Vía Infante de Lagoa.
La intervención fue el resultado de las sospechas levantadas por varios movimientos de coches con matrícula española en la zona, lo que llevó a las autoridades a montar una operación de vigilancia que envolvió a cerca de 50 agentes de la Policía Judicial, según explicó su director, Santos Cabral.
La droga había entrado recientemente en Portugal por mar, ya que algunos de los fardos mostraban restos de agua salada, añadió Cabral. Según cálculos de la policía lusa, el precio del alijo puede rondar los 280 millones de euros. Según las autoridades portuguesas, esta es la segunda operación antidroga más importante realizada en Europa en los últimos diez años, y la más significativa realizada en el país.
