Detenido en Torremolinos un joven por descuartizar a su padre

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de Torremolinos (Málaga) detuvieron el pasado jueves por la tarde a un joven de 22 años sometido a tratamiento psiquiátrico como presunto homicida de su padre, cuyos restos aparecieron esparcidos en un radio de un kilómetro en un arroyo que separa la localidad de la vecina Benalmádena. Al parecer, los vecinos habían formulado 21 denuncias por la violencia del joven.

La detención de Felipe Israel V. H. se produjo después de que se lograra identificar un tronco humano encontrado el pasado miércoles en una bolsa de plástico dentro de un carrito de supermercado en el cauce del arroyo Fuente de la Salud. Los agentes lograron saber de quién era el cadáver, que tenía la cara desfigurada por efecto de los martillazos que supuestamente recibió, gracias a tres tatuajes de Gandhi, del Che Guevara y de un jefe indio que el fallecido se había hecho dibujar en la nuca. Al fallecido se le echaba en falta aproximadamente desde hace ocho días.

El presunto homicida había mostrado en numerosas ocasiones su carácter violento, según el testimonio de los vecinos de la zona de El Pinillo, donde vivía el fallecido con su hijo. "Él sabía que su hijo le iba a matar, era consciente de que algo iba a pasar", declaró a Efe una mujer que trabaja en el vecindario. El dueño de un bar añadió que las discusiones entre el arrestado y su progenitor, de 50 años, eran frecuentes y que el muchacho a veces cogía un bate de beisbol y rompía azulejos, cristales y puertas. Otra comerciante aseguró que los vecinos habían formulado hasta 21 denuncias ante la violencia del joven arrestado, pero "no se podía hacer nada hasta que no hubiera algo serio, sangre, y ha sido así".

La Policía acudió en numerosas ocasiones al domicilio familiar y hacía trasladar a Felipe Israel en ambulancia al centro donde recibía tratamiento. Otros vecinos relatan que el padre iba a buscar al centro a su hijo para llevárselo de nuevo a casa porque "le daba pena".

Los agentes siguen buscando las extremidades del fallecido. Días antes de que se encontrara el tronco con la cabeza, se hallaron a un kilómetro de ese lugar un brazo y varios huesos, de los que aún se investiga si pertenecen al mismo fallecido, según fuentes del Instituto de Medicina Legal de Málaga.

Después de identificar al cadáver, los agentes acudieron, tras solicitar un mandato judicial, a la vivienda de la víctima, cerca de una estación de Cercanías. En el registro se encontró un martillo con el que se cree que supuestamente se cometió el crimen. Poco tiempo después se detuvo al hijo del fallecido como principal sospechoso del homicidio.

Según algunos vecinos, el fallecido y su hijo almacenaban en su vivienda bastantes bolsas de basura, lo que hace suponer que ambos padecían el llamado síndrome de Diógenes, que hace acumular residuos indiscriminadamente al que lo sufre. Un joven residente en el edificio aseguró que la comunidad incluso acudió a Sanidad por la suciedad y los malos olores que desprendía la vivienda. Este mismo vecino recordó que el detenido "había hecho cosas raras, como cortarse las orejas para que se le quedaran de punta y coger la forma de un pitbull".