Las pastillas de mamá
Dos años de sanción para el tenista eslovaco Beck, positivo por clenbuterol
La selectiva y brumosa memoria de Karol Beck se aclaró súbita, y brevemente, una mañana del pasado noviembre, varios días después de que una carta certificada de la Federación Internacional de Tenis (FIT) le notificara que había dado positivo por el anabolizante clenbuterol en un control antidopaje, el 24 de septiembre, tras el partido de dobles de las semifinales de la Copa Davis en el que, formando pareja con Mertinak, había derrotado a los argentinos Nalbandián y Puerta. Eslovaquia, que en los octavos había eliminado a España, ganó por 4-1, pero perdió la final con Croacia.
"Tate", se dijo; "eso fue". Y, una vez aclarada su duda, fue a una comisaría de Bratislava a interponer una denuncia contra un grupo de colegas con los que había estado de copas y marcha por las discotecas de la capital eslovaca la madrugada del 16 de septiembre. "Uno o algunos de ellos me ha drogado la bebida con clenbuterol", dijo en su denuncia escrita, en la que figuran los nombres de varias personas. "Lo hicieron porque tenían celos de mi chica", añadió para sumar motivos.
Poco después, su memoria volvió a empantanarse. La denuncia siguió su curso, pero a Beck le retornaron las dudas. Hasta que una mañana de enero se volvió a dar con la palma de la mano en la frente. "Sí, también podría ser por esto", se dijo. Y, doblemente convencido, voló hasta Londres, donde el 17 de enero compareció ante los tres miembros del tribunal antidopaje independiente de la FIT. "Sí, admito que había clenbuterol en mi cuerpo", dijo a los jueces, "pero yo no lo he tomado, por lo que, una de dos, o me lo puso en la bebida un colega celoso la noche del 15 de septiembre o, si no, seguro que fueron las pastillas que me tomé esa noche cuando llegué a casa. Me dolía mucho la cabeza y cogí una pastilla del estante del cuarto de baño. Yo pensé que era un movalis, pero seguro que cogí un clenbuterol de los que usa mi madre para el asma, ya que tiene la caja muy parecida. De hecho, el día siguiente no sólo no se me había ido el dolor de cabeza, sino que me sentí fatal. Seguro que fueron los efectos secundarios del clenbuterol".
Al tribunal, que hace unas semanas se vio confrontado con un argumento similar -Mariano Puerta alegó que había bebido agua en un vaso en el que su mujer había tomado unas gotas de efortil, lo que no le evitó un castigo de ocho años: la segunda sanción al argentino, que hace cinco dio positivo también por clenbuterol-, no le convencieron en absoluto las explicaciones de Beck. Le sancionó con dos años de suspensión, a contar desde el 1 de noviembre de 2005.
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