19º récord para Isinbayeva
La pertiguista rusa deja la plusmarca mundial 'indoor' en 4,91 metros
Yelena Isinbayeva es una mujer de rutinas propias, muy elevadas, muy suyas, inaccesibles para sus compañeras atletas. Tiene una costumbre, batir el récord del mundo de salto con pértiga siempre que puede; tiene un objetivo, batir las 35 plusmarcas mundiales conseguidas por su héroe, Serguéi Bubka.
Para ello es capaz de darlo todo. Este invierno, por ejemplo, ha sido capaz de romper tempestuosamente con su entrenador de toda la vida, el viejo Evgueni Trofimov, para irse a trabajar en Italia con Vitali Petrov, el técnico que hizo a Bubka.
Juega a favor de Isinbayeva el hecho de que la pértiga femenina es una disciplina nueva, en crecimiento, que aún no ha alcanzado su madurez, el punto vital en el que un mínimo cambio necesitará de más trabajo, de más energía, que todos los cambios anteriores juntos. Pero en un mundo marcado por la igualdad de oportunidades, sólo ella parece capaz de aguantar el ritmo.
Terminó 2005 con una nota insuperable al batir el récord del mundo en la final del Mundial de Helsinki. Era su 18ª plusmarca mundial absoluta. La dejó en 5,01 metros. Como su récord en pista cubierta era de 4,90 metros, logrados en Madrid en marzo, eso significaba que en invierno, y yendo centímetro a centímetro, podía permitirse batir 11 veces el récord mundial sin por ello siquiera superar su mejor marca de siempre.
Ayer, en territorio Bubka, en Donetsk (Ucrania), en la reunión organizada todos los años por el zar de la pértiga,Isinbayeva, en su primera competición de 2006, estuvo a la altura de sus expectativas y también de las de todos los aficionados, incapaces de entender una reunión con la rusa sin récord mundial. Saltó cinco veces en el pabellón Druzba: 4,61 metros al primer intento, 4,71 también a la primera, y 4,81 metros. La altura récord, 4,91 metros, sólo la superó a la segunda. Su 19º récord mundial. A 16 de Bubka. Un hábito saludable. También en 2004 (4,81 y 4,83 metros) y en 2005 (4,87 metros) había batido el récord mundial en sus actuaciones en Donetsk. La de ayer era la primera competición de las tres que tiene previstas Isinbayeva antes del Mundial de Moscú, en marzo, que pondrá fin a la temporada en pista cubierta.
Relevo estadounidense
Menos prolífica en cuanto a la producción de récords mundiales pero igualmente brillante es la joven generación que ha tomado el poder en el atletismo estadounidense. Un grupo que el sábado, en la pista cubierta de Fayetteville (Arkansas) tuvo su actuación más simbólica cuando entre Kerron Clement (20 años, plusmarquista mundial de 400 en pista cubierta), Wallace Spearmon (21, récordman de los 300 metros), Darold Williamson (22) y Jeremy Wariner (21), 21 años de media entre los cuatro, consiguieron el récord mundial de 4x400 metros en pista cubierta con 3m 1,96s, superando los 3m 2,83s establecidos por sus compatriotas Andre Morris, Dameon Johnson, Deon Minor y Milton Campbell en los Mundiales de Maebashi (Japón) de 1999.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.