"No podemos volvernos locos"

Pepe Murcia, el entrenador del Atlético, habla de manera acelerada. Como si tuviera prisa por regresar al vestuario y celebrar allí su cuarta victoria liguera consecutiva. Está muy contento. Siente "mucha alegría", pero sabe que a partir de ahora las cosas no le van a resultar sencillas. Ha armado un equipo veloz, pero necesita espacios. "Se ha cumplido el libreto esperado, con ellos esperando atrás", dijo. Augura una repetición "del mismo guión" en los próximos encuentros, ante el Getafe y el Málaga, y apela a la "tranquilidad" para meter aunque sea "un solo gol". La clave de la victoria de ayer radica, según Murcia, en la "solidaridad" mostrada por el equipo. También en una arenga en el descanso en la que el preparador advirtió a los suyos de que lo que estaba sucediendo era, exactamente, lo que era esperable que sucediera: una Real encerrada. Y pidió "paciencia" y no "volvernos locos". Una actitud que tuvo su premio con el gol de Kezman, a quien elogió: "Tiene un alto nivel competitivo". El propio Kezman, ya con una cazadora vaquera, calificó de "importante" el gol para el equipo y para él mismo: "para tener confianza, necesito confianza". Todas esas explicaciones las dio en español. Un español bastante correcto para llevar cinco meses en Madrid.

El entrenador de la Real, Gonzalo Arconada, educado, discreto, con voz casi inaudible pero sin derrumbarse contó, principalmente, tres cosas. La primera, que su propósito era sacar un punto y que estuvo a punto de conseguirlo: "Podíamos haber empatado, pero una gran jugada del Atlético nos lo ha impedido". La segunda, que no le había gustado la actuación del árbitro, que fue un señor apellidado Puentes Leira: "El árbitro ha buscado una ovación final y se la ha llevado". La tercera, que su actitud ultradefensiva había funcionado sólo durante una mitad del encuentro: "La primera parte hemos cumplido nuestra estrategia, pero en la segunda nos hemos descentrado porque hemos estado atentos a cuestiones externas al juego".

El lateral Molinero, titular en el Atlético por segundo encuentro consecutivo, apeló al clásico "paso a paso" y de toda su comparecencia lo que se dedujo es que el vestuario rojiblanco está contento y que reconocía que el triunfo había tenido que ver con una "carambola final".