'El barberillo de Lavapiés' vuelve a la Zarzuela dirigido por Bieito
El director escénico Calixto Bieito montó en 1998 El barberillo de Lavapiés, lo que le supuso uno de los grandes éxitos de su carrera y el quedarse enganchado al género zarzuelístico hasta el punto de que ayer no dudó confesar: "Me muero de ganas por montar zarzuelas".
Aquella zarzuela con música de Barbieri y libreto de Mariano de Larra (en 1997 había triunfado en Edimburgo con La verbena de la Paloma), se ha vuelto a poner en pie y se puede ver desde hoy en el teatro de la Zarzuela (Jovellanos, 4), donde se estrenó en 1874. El espectáculo se mantendrá hasta el 11 de marzo, con un reparto casi idéntico, la dirección musical de Miquel Ortega y José Fabra y la coreografía de Ramón Oller. Junto a ellos un reparto en el que intervienen, entre otros, Beatriz Lanza, Amparo Navarro, Carmen González, Elena Rivera, Marco Moncloa, Francisco Maestre, Julio Morales, Luis Álvarez y Daniel Esparza, entre otros.
"Esta producción que salta de una época a otra surgió mientras soñaba con un Madrid de ayer, de hoy y de siempre, con un Madrid republicano y un barberillo situado en un individualismo español llevado al límite", dice Bieito, quien se pateó mucho Lavapiés hace ocho años buscando estéticas que le recordaran los escenarios de esta zarzuela y que le hicieron comprender que "Lavapiés es una nación".
Para el director, esta zarzuela es un divertimento político-amoroso: "Aunque en el fondo el protagonista es un sentimental y yo he tratado de incidir en un mensaje utópico, republicano..., ésta, como otras zarzuelas, está llena de personajes positivos y maravillosos en los que se encuentra el alma del pueblo, no como las operetas cuyos personajes son unos burgueses repugnantes", apuntó Bieito.
El director, que montará dentro de unos meses un Woyzeck para el Teatro Real, por ahora sigue siendo reclamado por los mejores teatros europeos, en los que se aplaude su teatro provocador y a veces insólito y su concepción renovadora a la hora de poner en pie títulos operísticos.
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