Competición no cierra Mestalla

El Comité de Competición no cierra Mestalla, el estadio del Valencia, por la agresión que sufrió el juez de línea Vicente Egido Rozas en el partido de vuelta de la Copa del Rey frente al Deportivo del 25 de enero y que motivó su suspensión por el árbitro, Megía Dávila, a falta de un minuto para el descanso. Los representantes del órgano federativo, en su reunión de ayer, no consideraron "un hecho muy grave", sino "grave", el lanzamiento de la moneda que impactó en la frente del linier y por eso resolvieron el incidente con un simple "apercibimiento de cierre" del campo y una multa de 6.000 euros al club valencianista.

Con este fallo, el Valencia tiene vía libre para jugar el próximo domingo en su terreno uno de los partidos más cruciales de la Liga. El conjunto de Quique Flores, segundo en la tabla, recibe al líder, el Barcelona, del que le separan nueve puntos.

Alfredo Flórez, presidente de Competición, explicó que calificaron el incidente como "grave" al valorar las circunstancias que lo rodearon. "Hemos valorado el alcance de la lesión como leve, y así lo indica el parte médico aportado por el Valencia", dijo Flórez, quien añadió: "El afectado es una sola persona, el juez de línea, y el Valencia no tenía antecedente de hechos similares. Lo que sí hemos visto es que las medidas adoptadas por el club han sido insuficientes para evitar la agresión y que no ha bastado su intento de identificar al agresor".

El Deportivo, que incluso recurrió a la justicia ordinaria, pidió que el partido se le diese por perdido al Valencia al estimar los hechos como "muy graves". Al día siguiente de que el árbitro lo suspendiese, Competición había acordado que se reanudase a puerta cerrada a partir del minuto en el que fue interrumpido. Finalmente, se reanudó el día 1 y acabó con empate (1-1) y la clasificación del Deportivo para las semifinales.

El Valencia ha esquivado el cierre de Mestalla gracias a la modificación, hace año y medio, de los estatutos de la federación, lo que, con efectos retroactivos, también evitó el del Camp Nou, el de Barcelona, por dos partidos por los incidentes de su partido frente al Madrid del 23 de noviembre de 2002.

La nueva redacción del artículo 118 de los estatutos establece que, "cuando en un partido se altere el orden, se menoscabe o se ponga en peligro la integridad física de los árbitros, técnicos o personas en general, y tratandose de la primera vez en la temporada, el club responsable será sancionado con multa en cuantía de hasta 6.000 euros, apercibiéndole con la clausura en caso de reincidencia".