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El fiscal pide el archivo del caso de un joven muerto por la policía en Sagunto

El ministerio público dice que hubo "un error invencible" porque esgrimía un arma simulada

La fiscalía ha solicitado el sobreseimiento de la causa abierta por la muerte de Alfredo Estrada en la biblioteca municipal de Sagunto en 2001 por varios disparos de la policía. Según el fiscal, los agentes movilizados al recibir el aviso de que un joven armado se había atrincherado en el establecimiento y amenazaba con suicidarse no pretendían matarle. Le dispararon a las piernas porque el joven hizo fuego con un arma simulada cuando un agente se acercó a llevarle tabaco.

"El error invencible sobre la ilicitud del hecho constitutivo de la infracción penal excluye la responsabilidad criminal". Este párrafo que forma parte del artículo 14 del Código Penal es el argumento jurídico que sostiene la petición de sobreseimiento trasladada por el fiscal al juzgado de Instrucción número uno de Sagunto. La clave para acusar a los cuatro policías de Grupo de Operaciones Especiales (GOES) que intervinieron ha estado en determinar si actuaron según un protocolo fijado para esas situaciones de riesgo, si le dispararon a matar, si hubo una amenaza real.

Tras casi cinco años de investigación, el fiscal pide el archivo porque entiende que no se puede imputar un delito a los agentes. Estrada esgrimió un arma, la disparó, incluso pareció que alcanzaba al agente que entró a darle tabaco y tratar de poner fin a un atrincheramiento que duraba más de una hora. Los cuatro agentes que entraron acto seguido dispararon al verle apuntar al compañero. El arma, una Glock, era simulada. Las pruebas han demostrado que la percusión de esa arma simulada, con 14 balas de gas, se pudo percibir con una intensidad muy similar a la de una pistola. Además, a simple vista, el arma simulada no ofrecía ninguna característica apreciable que permitiera distinguirla. Y el estudio de las trayectorias de las balas disparadas por los agentes revela que tiraron siempre a las piernas. Los tiros fueron sucesivos en intervalos mínimos y Estrada se movió al recibir el primero. En su desplazamiento, los disparos le impactaron finalmente en la pierna izquierda a la altura del muslo, en la parte baja de la cadera, en la cadera y en el hombro izquierdo. Pero la altura coincide con la que correspondería a sus piernas si hubiera seguido de pie.

Alfredo Estrada tenía 24 años. Vivía en Puerto de Sagunto, sufrió años antes un accidente de moto. Le quedaron secuelas psíquicas y una lesión en la pierna. Tuvo varios intentos de suicidio. A las 11.30 del 7 de mayo de 2001, entró en la biblioteca municipal de Sagunto. Quería hablar con su ex novia. Y si ella no accedía, se quitaría la vida. La alerta a la policía permitió el desalojo del inmueble. Después, Alfredo dejó salir a la chica. Se atrincheró y amenazó con matarse. Sus ganas de fumar fueron aprovechadas para que un agente entrara con tabaco y hablara con él. Pero resultó fatal. A las 14.00 ingresaba cadáver en el hospital comarcal de Sagunto. El Ayuntamiento y la familia también están personados en la causa.

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