Les Garrigues alerta sobre el peligro de vivir en casas construidas en cuevas

El Consejo Comarcal de Les Garrigues ha recomendado a los vecinos que tengan viviendas construidas en cuevas que, por motivos de seguridad, no hagan uso de ellas. La advertencia se ha efectuado a raíz de que el matrimonio formado por Conrad Olalla e Isabel Pellicer, ambos de 65 años, falleciera sepultado por toneladas de rocas en el interior de una casa de estas características situada en medio del bosque, a cinco kilómetros de Juncosa.

El suceso ha servido para cuestionar la seguridad de este tipo de construcciones. En la zona de Juncosa hay documentadas más de un centenar de casas construidas con piedra seca en cavidades rocosas, conocidas por los lugareños como balmes, algunas de las cuales son conocidas desde épocas prehistóricas. La mayoría están abandonadas, pero otras son utilizadas por los agricultores como refugios, corrales para el ganado o almacenes agrícolas. El edificio de tres plantas siniestrado era de las pocos que estaban habitados.

Juli Muro, presidente del consejo comarcal, ha aprovechado el siniestro de Juncosa para reclamar a la Generalitat una mejora de los caminos principales, que ahora están preparados para que circulen tractores y coches pequeños, pero no para vehículos grandes en casos de emergencia.La Generalitat ha ofrecido a los ayuntamientos de la zona y a los propietarios de estas edificaciones en cuevas el asesoramiento del Instituto Geológico de Cataluña o la realización de catas para conocer el estado de conservación de estas viviendas.