Dos décadas de lucha contra la Mafia, en 'Documentos TV'
El 10 de febrero de 1986, más de 600 periodistas se acreditaron para informar del maxi proceso contra la Mafia siciliana presidido por el magistrado Alfonso Giordano. Sobre los 474 encausados pendía la comisión de 120 asesinatos, tráfico de drogas y extorsión, entre otros cargos. Casi dos años después, 360 de ellos fueron condenados a un total de 2.665 años de cárcel. Cuando se cumplen dos décadas del juicio, Documentos TV, el programa dirigido y presentado por Pedro Erquicia, revisa esta noche (23.35) aquellos años de plomo en Cadáveres excelentes.
Los testimonios de la fotógrafa Letizia Battaglia y del escritor estadounidense Alexander Stille, especialista en esta organización criminal, conducen el documental. Battaglia -luego diputada de La Rete, el partido anti Mafia, en el Parlamento regional de Sicilia- es la autora del retrato que en 1979 inmortalizó al ex presidente del Gobierno italiano Giulio Andreotti junto al mafioso Nino Salvo, fuente posterior de sospechas.
Giovanni Falcone -que murió acompañado de su esposa, la magistrada Francesca Morvillo, el 23 de mayo de 1992 por los efectos de una bomba de 1.000 kilos que estalló a su paso por la autopista- y Paolo Borsellino -asesinado el 19 de julio de ese mismo año junto a cinco policías de su escolta- son el eje sobre el que gira Cadáveres excelentes. Ambos pagaron con su vida la osadía de sentar en el banquillo a 19 capos sicilianos, a los que condenaron a cadena perpetua. Antes, en los años ochenta, cayeron otras altas autoridades del Estado italiano, como el general Carlo Alberto dalla Chiesa, prefecto de Palermo.
El poder político miró durante décadas hacia otro lado mientras se sucedían los crímenes de la Mafia, una práctica que se remonta al siglo XIX. No fue hasta 1980 cuando el diputado comunista Pío la Torre emprendió una cruzada para conseguir que se considerara delito el simple hecho de ser miembro de la Mafia. No pudo ver el fruto de su esfuerzo, pues murió, en mayo de 1982, asesinado junto a su chófer dos años antes de que su iniciativa mereciera rango de ley.
