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Reportaje:

El 'empacho' de Gebrselassie

El gran corredor de fondo etíope pasa unas horas en Madrid promocionando el maratón

Carlos Arribas

Eran las 10 de la noche y Haile Gebrselassie aún sonreía, lo cual verdaderamente tenía su mérito aun sabiendo que el etíope, el incansable corredor de fondo, es el atleta más sonriente que existe.

Para empezar, Gebrselassie estaba en una de las situaciones que más malhumor, ansiedad e impaciencia suelen generar: sentado ante una mesa de restaurante, con sólo el pan a mano para matar el hambre, y eso durante 10 minutos, por lo menos, y en la chepa un periodista preguntándole las mismas preguntas que le habían llovido desde que aterrizó en Madrid, cuestiones formuladas como si Gebrselassie, además de ser uno de los mejores atletas de la historia, múltiple recordman mundial, multiple campeón olímpico y mundial, fuera también la Sibila, cuestiones que se pueden resumir en dos:

A. ¿Cuándo va a batir el récord del mundo de maratón? "Algún día de éstos, pero no creo que sea en abril, en el de Londres, pues estaremos muchos grandes atletas, como Paul Tergat [actual plusmarquista mundial: 2h 4m 55s], el campeón mundial Gharib o el campeón olímpico Baldini, y allí lo importante será la victoria. No creo que podamos contar con liebres". Gebrselassie ha terminado dos maratones. Su mejor marca es 2h 6m 20s, logrados en 2005 en Amsterdam, por lo que lo más probable es que intente batir el récord en otoño en la ciudad holandesa.

B. ¿Va a correr alguna vez el maratón de Madrid? "Me gustaría hacerlo algún año porque una de mis ilusiones es coleccionar victorias en los maratones de las mayores ciudades del mundo. No sé, quizás en 2007 o 2008".

Para continuar, la asistencia a la cena no era precisamente la única faena del día para Gebrselassie, cuya agenda dominical había sido la siguiente: a las seis de la mañana se había levantado en Barcelona. Después había corrido una media maratón (21,8 kilómetros) en Granollers, carrera que había ganado con un tiempo de 1h 7s, marca inferior a su récord mundial (58m 55s, hace tres semanas en Arizona). Sin tiempo para comer, tomó al mediodía un avión hasta Madrid, donde, a las siete de la tarde, escoltado por una docena de policías en moto y por una veintena de atletas aficionados a pie, corrió varios kilómetros sobre el asfalto.

Cuando le llegó el plato principal, lechazo asado, Gebrselassie (1,64 metros, 53 kilos) se había llenado tanto con los entrantes que, asustado al verlo, sólo exclamó: "Pero si aquí hay comida para tres". Pero ni por ésas dejó de sonreír.

Gebrselassie (en medio), corriendo por Madrid.
Gebrselassie (en medio), corriendo por Madrid.J. M. COLOMO / MIGUÉLEZ FOTO

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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