Las lluvias recargan los acuíferos dañados por la obra de los túneles del AVE Córdoba-Málaga

El temporal de lluvia y nieve de la semana pasada ha servido para recargar los dos acuíferos subterráneos de Valle de Abdalajís (Málaga), dañados el pasado marzo por las obras de los túneles de la línea de alta velocidad Córdoba-Málaga, y cuyo deterioro, unido a la sequía reinante, causó que se secaran los dos manantiales que abastecen a la localidad, de 3.000 habitantes. La recuperación de la reserva, de la que se escaparon 18 millones de litros de agua diarios, se produce antes incluso de que se terminen los trabajos de perforación e impermeabilización de los túneles.

El agua ha vuelto a surgir en los manantiales de Los Atanores y La Fresneda, secos desde que el 23 de marzo la tuneladora que taladra el túnel de Abdalajís Este, de 7.030 metros, perforara el acuífero del que se nutren. Al principio, el pinchazo provocó la salida descontrolada de 400 litros por segundo, que anegaron el fondo del túnel. Después, las surgencias fueron canalizadas y los ingenieros se las arreglaron para reducir el caudal. No obstante, el ente público Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) lleva diariamente desde agosto al pueblo, entre Antequera y Álora, cuatro camiones con 400.000 litros de agua. Además, el Adif ha realizado dos sondeos de agua que comenzarán a aportar líquido "en breve", según informó ayer un portavoz del organismo público.

Los túneles de Abdalajís, dos galerías paralelas de 7.030 y 7.050 metros, han sufrido grandes contratiempos desde que se inició su excavación en la primavera de 2002. El primer parón se registró el 24 de mayo de 2004, cuando una chispa provocó la explosión de una bolsa de gas metano acumulado en las galerías y de la que no se tenía constancia. La deflagración causó cinco heridos leves y obligó a detener los trabajos hasta el 29 de julio de ese año. En febrero de 2005, el avance se interrumpió por una serie de falsos avisos de bomba. Finalmente llegó el problema de los acuíferos, cuya solución ha elevado el coste previsto de los túneles de Abdalajís -el tramo más complejo de los 22 que componen el AVE Córdoba-Málaga- de los 257 millones de euros iniciales a cerca de 400 millones.

La velocidad de crucero de las tuneladoras, bautizadas Alcazaba y Mezquita, es de aproximadamente 20 metros por día. Los túneles se han ido excavando desde abajo hacia arriba, precisamente como medida de seguridad que permita la salida de agua en caso de que se produzca una inundación. Las aguas que van surgiendo del acuífero afectado son tratadas antes de que se viertan al río Guadalhorce. "Si la rotura del acuífero fuera tan mortífera como se ha querido hacer creer las lluvias de los días pasados no hubieran tenido el efecto tan directo que han tenido, argumentan fuentes del Adif

Las fugas, según el ente público ferroviario, son cada día menores, aunque aún no se ha conseguido sellar completamente el acuífero. El escape se terminará cuando se termine la perforación de las galerías y se acometa su impermeabilización completa. En la actualidad, la tuneladora, que perfora al mismo tiempo que va poniendo las dovelas que revisten el túnel, ya se está asomando por la boca superior de la galería este, y se está a la espera de que acuda la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, a dar el golpe de taladro final.

La línea férrea de alta velocidad Córdoba-Málaga, de 155 kilómetros, entrará en servicio a finales de 2007, según el compromiso reiterado por el Ministerio de Fomento. Para finales de este año está prevista la inauguración del tramo hasta Antequera, lo que reducirá el tiempo de viaje de los trenes entre Madrid y la capital de la Costa del Sol hasta las tres horas y media. El único tramo que todavía no se encuentra en obras es el soterramiento de las vías del tren a su entrada en Málaga capital.