La fiscalía no acusará en el caso del espionaje de las cajas de ahorro

La Fiscalía de Sevilla no presentará acusación en el sumario por el espionaje en las cajas de ahorro andaluzas, en el que están imputados Juan Manuel López Benjumea, ex presidente de la Caja San Fernando, y otras cuatro personas, por tratarse de un presunto delito de injurias entre particulares. Fuentes del caso indicaron que las tres acusaciones particulares presentarán hoy al juzgado de instrucción 1 de Sevilla su calificación de los hechos, y añadieron que el delito de injurias graves con publicidad tiene una pena aparejada de seis a catorce meses de multa, con cuota diaria a fijar según la capacidad económica del imputado.

Según las fuentes, la Fiscalía mantuvo desde que se produjo la primera denuncia, en el año 2001, que se trata de un delito que sólo puede ser denunciado por la persona afectada, posición que fue ratificada en julio del año pasado por la Audiencia de Sevilla, cuando rechazó la personación de la Junta de Andalucía. La Sección Séptima dictaminó entonces que cuando Manuel Chaves fue acusado de haber ordenado los presuntos seguimientos a López Benjumea, lo fue en su calidad de secretario general del PSOE andaluz, y no como presidente de la Junta.

En este sumario están imputados Juan Manuel López Benjumea, ex presidente de Caja San Fernando; el presunto autor de los seguimientos contra él, identificado como A.C.A.; el detective J.C.P., que grabó la supuesta confesión de este último; así como el director del diario El Mundo, Francisco Rosell, en Andalucía y un periodista de ese medio.

"Supuesto interés"

Todos ellos están imputados por la publicación en El Mundo, en noviembre de 2001, de un reportaje sobre el seguimiento de que presuntamente había sido objeto el entonces presidente de la caja sevillana y cuya finalidad, según la Audiencia, era "aparentar una noticia de supuesto interés" y "desprestigiar a los cargos de un determinado partido", es decir, el PSOE.

El caso acumula más de mil folios y fue remitido a los denunciantes en diciembre pasado para calificar, por lo que todos los letrados solicitaron al juez una ampliación del plazo, que concluye hoy. La Audiencia de Sevilla rechazó en julio pasado las peticiones de archivo y consideró que hay indicios suficientes de que López Benjumea urdió una "confabulación" para "aparentar una noticia de supuesto interés" sobre el espionaje que sufría e influir en la renovación de cargos en las cajas andaluzas.

Según la Audiencia, el objetivo era mostrar que López Benjumea estaba siendo objeto de seguimientos ordenados por el presidente de la Junta, Manuel Chaves, junto a Luis Pizarro y Miguel Angel Pino, como responsables del PSOE andaluz, "con la finalidad de engatusar a algún medio de comunicación para que la publicase con el deliberado ánimo de desprestigiar a los cargos de un determinado partido".