81 puntos para la historia

A José Antonio Calderón ya nadie le podrá quitar dos cosas. Una, que ha llegado a donde la gran mayoría sólo puede soñar hacerlo; esto es, a jugar en la NBA. Otra, que podrá contar a sus nietos que estuvo en el Staples Center de Los Ángeles la noche en la que Kobe Bryant anotó 81 puntos, la segunda mejor marca en la Liga profesional norteamericana de baloncesto, en una actuación legendaria que quedará grabada en los libros de historia de su deporte.

Si a Bryant le criticaron tras lograr 62 puntos en los tres primeros cuartos del partido que su equipo, Los Ángeles Lakers, jugó frente a Dallas Mavericks el pasado diciembre por no haberse planteado un desafío mayor, sus detractores se esconderán ahora durante un buen tiempo. Los 81 que encestó en la victoria sobre Toronto Raptors (122-104) empiezan a dejar entrever dónde colocar el legado de Bryant, que sólo tiene 27 años, una vez que abandone las pistas.

"Ni en mis mejores sueños infantiles aparecía marcando tantos puntos"

Con numerosas apariciones en el partido de las estrellas y tres anillos de campeonato, el Kobe persona siempre parecía eclipsar al Kobe baloncestista: el joven egoísta, egocéntrico e incluso acusado de violación superaba con creces al de dentro de la cancha. Ahora, ya no. Sus 81 puntos le colocan junto a los nombres más venerados de la NBA y ya parece que nadie conseguirá desbancarle como uno de los más grandes.

Solo superado por los 100 puntos que Wilt Chamberlain -ya fallecido- sumó en 1962, Bryant, con su nueva marca, superó a Egin Baylor como el máximo anotador en un partido de la historia de los Lakers mientras que plasmó su nombre junto a los del propio Chamberlain (en seis ocasiones entre 1961 y 1963), Baylor (1960), David Thompson (1978) y David Robinson (1994) como los únicos jugadores que han superado la barrera de los 70 en un partido. Michael Jordan sólo pudo alcanzar la cifra de 69 en un histórico duelo de Chicago Bulls contra Cleveland, en 1990, y necesitó una prórroga.

Para anotar tal cantidad de puntos se necesita mucho más que ser un individualista. Bryant, que jugó la segunda parte del partido en su totalidad, atinó en 21 lanzamientos de los 33 de dos puntos que intentó, en 18 de los 20 desde la línea de personal y en siete de los 13 de tres puntos. Ello supone elevarse para lanzar a canasta con uno o dos defensores delante y alguno mas en el cuello más de una vez por minuto, jugando además en la defensa. Y todo ello como escolta (1,98 metros), no como uno de los pívots más poderosos, lo que fue Chamberlain (2,14).

Cincuenta y cinco de los 81 puntos llegaron en la segunda parte, superando en dos cuartos la mejor actuación de Kareem Abdul-Jabbar, el hombre que mas puntos ha anotado en total en la NBA. Su entrenador, Phil Jackson que jugó ante Chamberlain y entrenó a Jordan durante sus seis títulos con Chicago Bulls, pensó en sentar a su jugador franquicia cuando llevaba 77. Pero uno de sus ayudantes le dijo que no debía hacerlo. En ese momento, Kobe ya poseía la segunda mejor marca de todos los tiempos. Así que le permitió alcanzar las ocho docenas y a falta de cuatro segundos le sacó de la cancha ante el furor de los casi 19.000 espectadores que abarrotaban el Staples Center.

Bryant cerró a lo grande un mes histórico. Superó los 80 puntos una vez; otra, los 60; los 50, en dos ocasiones; en cuatro anotó más de 40 y en cinco cruzó la barrera de los 30. Con un porcentaje de tiro del 49% y 43 puntos de media desde la noche ante Dallas, Bryant hasta ofreció una aparente tregua a su gran rival, su ex compañero Shaquille O'Neal, ahora en Miami, al que se abrazó recientemente poco antes de un partido. La ruptura con Shaq, la amarga derrota en la final de 2004 ante Detroit Pistons y la denuncia por violación que acabo yéndose al limbo, parecían haber devuelto a la tierra al egocéntrico Kobe. Pero en las canchas Bryant ha demostrado sobradamente que pertenece a otra galaxia.

Hijo de Joe Bryant, un ex jugador de la NBA que también despuntó por todo lo alto en Italia -en Milán, donde Kobe pasó algunos años de su infancia-, la actual estrella de los Lakers aterrizó en la NBA en 1996. Fue elegido en la primera ronda del draft, en el puesto 13, por Charlotte Hornets, que de inmediato le mandó a los Lakers a cambio del pívot serbio Divac. Kobe tenía entonces 17 años. Desde entonces ha promediado 23,2 puntos por partido.