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Reportaje:

El ingrediente secreto

Cuatro lanza el concurso 'Duelo de chefs' para elegir al mejor cocinero aficionado

Tras años de lecciones de Karlos Arguiñano, trucos de Iñaki Oyarbide y visitas al mercado de José Andrés, los espectadores se rebelan. Y entre ellos se disputan el puesto de mejor cocinero aficionado de España. Para conquistar tal honor se enfrentan desde mañana en Duelo de chefs, un nuevo concurso diario que estrena Cuatro (18.15, de lunes a viernes). Iria Castro, propietaria de la escuela de cocina El Carnaval, en Madrid, y protagonista en Canal Cocina de programas como Platos fríos, debuta en labores de presentadora. Mordiéndose los puños, "porque no puedo meter mano si algo se está quemando", bromea.

Castro está sorprendida por el alto nivel de los aspirantes a participar en Duelo de chefs, con mucho hombre y poca ama de casa. En el proceso de selección se les examina de conocimientos básicos de técnicas de cocina. Para la presentadora gallega, la clave está en la elaboración de "fondos y salsas". "Todo el que sabe de salsas sabe cocinar", advierte a los posibles aspirantes a concursante. "Queremos gente con nivel", exige.

La idea de realizar Duelo de chefs, una producción de Notro Films, surge a partir de la "repercusión de Todos contra el chef" -el concurso de fin de semana en el que aficionados retan al cocinero madrileño Darío Barrio-, reconoce Fernando Jerez, director de antena de la cadena generalista de Sogecable. Aquí la competición se establece entre pares. Como en una liguilla de fútbol, los concursantes se van enfrentando en distintas fases hasta que llegan a la final, en la que el premio es un máximo de 12.000 euros en electrodomésticos.

En cada programa se propone un ingrediente base sobre el que construir el menú. Mañana, por ejemplo, cuando se levanten las campanas que cubren los platos, los cocinillas se encontrarán con una ración de carne picada. En un minuto deben seleccionar los productos con los que pretenden elaborar su receta -entre una completa despensa-, y si no los utilizan son sancionados al final. A partir de ahí, las respectivas propuestas, elaboradas en menos de media hora, se examinan en cuatro niveles: limpieza y orden, y técnicas de cocina, calificado cada uno con un máximo de cinco puntos, y presentación y sabor del plato, con 10. El veredicto depende de un exigente jurado, el cocinero Iñaki Oyarbide, el crítico Luis Cepeda y Sergio Fernández, profesor de la escuela de Oído, cocina, también en Cuatro. El navarro Oyarbide, propietario del restaurante madrileño Príncipe de Viana, es uno de los chefs titulares de Canal Cocina, junto al que ha editado Un menú para cada día del año, a partir del programa que presenta.

Iria Castro acompaña a los concursantes en todo el proceso, y explica el empleo de determinada técnica o las razones de la elección del acompañamiento adecuado. A medida que se superan fases eliminatorias aumenta la dificultad de los menús que se proponen, se limita la combinación de productos y se obliga a utilizar determinada técnica.

Con éste ya son tres los formatos que Cuatro pone en marcha con la gastronomía como eje. Primero fue Todos contra el chef, que hoy (20.20) lleva a Darío Barrio hasta Barcelona, donde María Sánchez, un ama de casa de 62 años, sostiene que es mejor que el experto cocinando conejo con cigalas y chocolate.

Más tarde surgió Oído, cocina (viernes, 22.35), donde Diego Ferrer está al frente de una escuela de 15 chicos y chicas con problemas de integracion, que pueden reconducir su vida si son capaces de superar todos los obstáculos y finalmente montar un restaurante en Madrid.

Tele 5 también va a poner en un aprieto frente a los fogones a una docena de concursantes. En su caso, seleccionados entre un grupo de famosos para el programa de telerrealidad que el próximo mes ha de tomar el relevo de Gran Hermano. La cadena privada recupera a Carolina Ferre -a quien cerró esta temporada su Plan C a las tres semanas del estreno en la medianoche de los lunes- para conducir Esta cocina es un infierno, con personajes de la crónica social como aplicados alumnos de una escuela de cocina. La cadena privada no ha enseñado más que unas pocas cartas de su nuevo proyecto, pero bien recuerda algunos de los capítulos más escabrosos de Confesiones de un chef, la descarnada biografía del cocinero estadounidense Anthony Bourdain, que cuenta más cosas de las que un cliente de restaurante cualquiera necesitaría saber.

<b>Iria Castro, en el centro del plató de </b><i>Duelo de chefs,</i> con dos concursantes.
Iria Castro, en el centro del plató de Duelo de chefs, con dos concursantes.

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