Loeb deja su coche en un barranco de 10 metros en el último tramo

En una sola jornada, el Rally de Montecarlo las vio de todos los colores. El inicio de la mítica carrera del Principado no podía ser peor. Un grupo de agricultores decidió trasladar sus reivindicaciones a las carreteras y con sus tractores cortó el paso de los participantes en los dos primeros tramos de la cita monegasca. Hasta entonces 11 coches habían concluido y el francés Sebastien Loeb, de Citroën, iba líder con 30 segundos de ventaja sobre su compatriota Gilles Panizzi.

Sin embargo, los 52 participantes restantes no pudieron realizar los dos tramos y la organización decidió colocarles el tiempo del noruego Petter Solberg (Subaru), undécimo clasificado, y anular la tercera especial para poder reagrupar a todos los pilotos en la cuarta y recuperar la normalidad. Como consecuencia de ello, los españoles Xevi Pons y Dani Sordo, ambos con Citroën WRC, se encontraron situados a dos minutos y 59 segundos del líder.

A media mañana, el rally se reinició en la cuarta especial. Y el dominio de Loeb y el finlandés Marcus Gronholm (Ford) volvió a ser incuestionable. Entre los dos ganaron todas las cronometradas, excepto la quinta, en la que se impuso el Skoda del francés François Duval. Pero, entonces, en la última especial, la sexta, Loeb, que era líder con 1m 1s sobre Gronholm, se salió de la carretera por culpa de una placa de hielo y su coche se cayó por un barranco de diez metros tras los primeros 5,5 kilómetros. Gracias a las nuevas normas, Loeb podrá volver si su equipo repara el coche en dos horas y 45 minutos, pero será penalizado con cinco minutos. Gronholm es líder, con 1m 23,7s sobre el australiano Atkinson (Subaru). Loeb es octavo, a 3m 43,6s.

Pons y Sordo mantuvieron un duelo personal: Sordo fue décimo en el quinto tramo y Pons sexto en el último del día. En la clasificación, Sordo es noveno, a 3m 75,4s del líder. Y Pons, undécimo a 12,6s de Soto.