El grupo Lujuria cierra su gira de conciertos en Valencia este fin de semana

El grupo Lujuria tiene dos pasiones: el sexo y el heavy metal. Lo primero le ha convertido en el argumento principal de su cancionero. Lo otro responde a su devoción por bandas como Barón Rojo, Ñu o Muro. El caso es que, así, a base de humor grueso -Sin parar de pecar o Cinturón de castidad son algunos de sus títulos más celebrados- y un rock de armas tomar, los segovianos se han hecho un nombre en la escena metalera. Hoy viernes aterrizarán en la sala Repvblicca (calle del Baix Vinalopó, 2, en el polígono de Mislata) para ofrecer el último concierto de su gira Únete al escuadrón.

También contundente es el repertorio de The Fatals, cuarteto francés de punk destartalado y gamberro que esta noche presentará su primer elepé en La Gramola (calle de Valencia, 21) de Orihuela y mañana en la discoteca valenciana Mogambo (calle de la Sangre, 9).

El sexteto sueco The Soundtracks of Our Lives resume en Santa Pola sus 10 años de vida

Especialmente interesante es, sin embargo, el concierto que The Soundtracks of Our Lives ofrecerá el sábado en Camelot (avenida de Elche, 38), en la localidad alicantina de Santa Pola. El sexteto sueco, liderado por el vocalista Ebbot Lundberg (a quienes algunos recordarán por su pasado al frente de los tremendos Union Carbide Productions), presenta un recopilatorio llamado A present from the past y que resume sus diez años de vida. Un detalle: Oasis apadrinaron a esta banda que cita a The Who, The Doors, MC5 o Neil Young entre sus principales referencias.

Abrirán el concierto los canadienses Sloan, otros amantes del rock clásico que, además, también llegan con un disco recopilatorio bajo el brazo, A sides win. Singles 1992-2005.

En la sala valenciana Black Note (calle de Polo y Peyrolón, 15), mientras tanto, el cantante Manolo Tarancón estrenará mañana las canciones de su debú Desde mi interior. Con un pie en la canción de autor y otro en el rock de toda la vida, el castellonense se mira en el espejo de artistas como Quique González, Joaquín Sabina o los hermanos Urquijo (Los Secretos). Una música que, por cierto, se disfruta mejor en acústico y en las distancias cortas.