Eriksson, cazado por un 'jeque'
El seleccionador le cuenta unas indiscreciones a un reportero camuflado
A menudo comprometido por sus líos de faldas, esta vez el sueco Sven-Goran Eriksson, seleccionador de Inglaterra, de 57 años, cayó en las redes de un falso jeque árabe. En realidad, de un periodista del News of the Word, Mazher Mahmood, que le grabó unas indiscreciones sonrojantes. El reportero, haciéndose pasar por un potentado árabe, se puso en contacto en junio pasado con el agente de Eriksson para preguntarle si estaría interesado en entrenar en una nueva academia de fútbol en Dubai. A pesar de que Inglaterra estaba en plena clasificación para el Mundial de Alemania 2006, Eriksson dijo sí. Y empezaron las negociaciones.
Tentado por las doradas arenas de Dubai y acunado por los vinos de reserva de un supuesto príncipe árabe dispuesto a gastar millones en la Liga inglesa, el entrenador sueco sugirió que sería una buena idea comprar el Aston Villa, ya que su director general, Doug Ellis, "es un hombre mayor y está enfermo". Sorbiendo champán en un lujoso yate de la marina de Dubai, Eriksson se ofreció para dirigir al nuevo Aston Villa con un sueldo equivalente al de José Mourinho en el Chelsea, es decir, unos siete millones de euros libres de impuestos por temporada. Para ese proyecto, propuso fichar a David Beckham, de quien dijo que estaba frustrado en el Real Madrid. "Quiere regresar a Inglaterra porque lleva allí dos años y no ve ninguna mejora en el club. Si le llamo, vendrá mañana. Sólo tengo que convencerle de que Birmingham es el lugar adecuado".
Ligado a la federación inglesa hasta 2008 con un sueldo de cinco millones netos por campaña, Eriksson se mostró dispuesto a dejar su cargo: "Después de cinco años y medio... es demasiado tiempo para ser entrenador de Inglaterra. De todos modos, si gano el Mundial, me marcho, adiós".
Dicharachero como estaba el técnico sueco, el periodista camuflado le preguntó si Michael Owen era feliz en el Newcastle. "No, en el club no", respondió Eriksson, que añadió que Owen estaba allí sólo por dinero.
El seleccionador pidió para entrenar al Villa un contrato de "tres o cuatro años" y primas de hasta 500.000 euros anuales si ganaba alguna Copa. Las dos partes acordaron reunirse en Londres en secreto la próxima semana. Era el final de una investigación de seis meses que concluyó el pasado miércoles, y en la que también fueron embaucados el agente del seleccionador, Athole Still, y el abogado, Richard Des Boeux, los dos presentes en los lujosos hoteles de Dubai.
Según el rotativo inglés, Eriksson también atacó a algunas de las estrellas de Inglaterra, cuyos nombres no ha desvelado el periódico: a uno lo definió como vago, de otro criticó su educación y de un tercero dijo que no valía lo que se había pagado por él.
Por su parte, la federación inglesa de fútbol ha solicitado un poco de tiempo para "reflexionar sobre el artículo y hacer un comentario formal". No es la primera vez que Eriksson se muestra infiel a la selección inglesa. En 2003 fue fotografiado entrando en Londres al piso de Roman Abramovich, el multimillonario propietario del Chelsea, disparando las especulaciones sobre su posible fichaje.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.