El petróleo y los alimentos elevan el IPC al 3,7%, el peor cierre anual desde 2002

El petróleo ha lastrado la evolución de los precios en los últimos 12 meses. La inflación acabó diciembre con una subida mensual del 0,2%, lo que sitúa en el 3,7% el dato anual. Se trata del peor cierre del año desde 2002 y supone una escalada de tres décimas respecto al dato de noviembre. Los precios del combustible, los alimentos (en buena parte el aceite de oliva), el turismo y la hostelería han sido los elementos con mayor incidencia en la subida anual. La brecha con la zona euro se eleva a 1,5 puntos, el máximo en tres años. El Gobierno espera una moderación a partir de marzo.

El índice de precios al consumo (IPC) ha concluido un mal año, con cifras que superaron todos los meses el 3%. A diciembre y septiembre les correspondió el peor dato, el 3,7%, según las cifras publicadas ayer por el Instituto Nacional de Estadística. Se supera así en 1,7 puntos el nivel del 2% que el Banco Central Europeo establece como límite para la zona euro. Pese a todo, supone una mejora respecto al avance del 3,8% divulgado a final de año.

El dato resulta negativo al compararlo con la zona euro. La media de los 12 países se situó en el 2,2% y algunos de los socios registraron cifras inferiores. Ayer mismo se conoció la inflación francesa, que concluyó el año en el 1,5%, y la de Portugal (2,3%). La brecha entre la evolución de precios en España y la zona euro (1,5 puntos) ha alcanzado en diciembre un máximo de tres años, según datos aún provisionales. Ese alejamiento mina la competitividad de los productos españoles en el exterior.

La mala evolución del petróleo, que se ha encarecido un 46% en el último año, ha sido el elemento más determinante en los precios. Sus efectos se han dejado notar, por ejemplo, en el combustible empleado en el transporte privado. Esa partida, que aporta casi un punto de inflación, fue la de mayor repercusión en las subidas del año.

Le siguen los alimentos, con el aceite a la cabeza. Este producto se ha encarecido un 24,5% en el año, principalmente en la última parte. Una explicación reside en que los precios en origen han crecido mucho y los distribuidores han aprovechado para trasladarla de golpe al consumidor, según el instituto Flores de Lemus de la Universidad Carlos III de Madrid.

Los más inflacionistas

Los productos frescos han sido los más inflacionistas del ejercicio, con un 5,2%. El mal año meteorológico, que arrancó con heladas y siguió con sequías, ha influido en estos productos. También el tabaco se ha encarecido el 6,3% al decidir el Gobierno elevar el impuesto en septiembre.

En diciembre, el elemento con más peso en las subidas mensuales fueron los viajes organizados, por la gran cantidad de festivos acumulados, seguidos de los aceites y del pescado. Más allá de la tasa general, hay tres comunidades donde el IPC supera el 4%: Cataluña, Murcia y La Rioja.

Uno de los datos más negativos corresponde a la inflación subyacente (excluye los elementos más volátiles: alimentos frescos y energía). Este indicador subió un 0,3% en el mes y se situó en el 2,9%, dos décimas más que en noviembre. Se trata de la cuarta subida consecutiva. El Gobierno atribuye esa evolución al aceite y al tabaco y cree precipitado concluir que los precios del petróleo se están trasladando al resto de la economía. "Es pronto para afirmar esto", aseguró el secretario de Estado de Economía, David Vegara, que confía en que la inflación se modere a partir del primer trimestre y se sitúe en el 2,5% "si el crudo se mantiene en niveles aceptables".

El resto de las interpretaciones fueron más negativas. El responsable de economía del PP, Miguel Arias, cree que el dato demuestra "el fracaso político del Gobierno". CC OO habla de un "pésimo" 3,7% y UGT lamenta que se haya perdido otro año de lucha contra la inflación. Para la CEOE, "se produce una nueva merma de competitividad".