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Reportaje:

"Lo mejor es que se vaya"

El Atlético echa a Bianchi, al que pagará casi seis millones en cuatro años, y recurre a Murcia, del filial

Carlos Bianchi, de 56 años y ganador tres veces de la Copa Intercontinental, ya no es el entrenador del Atlético. Enrique Cerezo, el presidente, y Toni Muñoz, el director deportivo, anunciaron ayer su destitución: "Él quería continuar, pero lo mejor es que se vaya". En principio, ni la hipótesis de que se perdiera, como se perdió, contra el Zaragoza en la Copa le hacía peligrar. El detonante de su despido fue su actitud. En la banda, durante el partido, no demostró coraje, sino impotencia. Y en el vestuario, tras él, se le vio cabizbajo, hundido, aparentando una absoluta incapacidad para sacar al equipo del atolladero: va el 12º en la Liga, con los mismos puntos (20) a estas alturas que en el curso (1999-2000) del descenso a la Segunda División.

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El compromiso de Bianchi con el Atlético concluía en junio de 2007. El club debía pagarle por ello unos seis millones de euros. El acuerdo, con un mínimo recorte, prevé que se hagan efectivos a plazos, en cuatro años. A cambio, el técnico ha rubricado un documento por el que permite que Pepe Murcia, el del filial, se siente en el banquillo mañana ante el Betis. Murcia, que considera que "lo prioritario es recuperar la autoestima", podría seguir hasta el final de esta campaña, aunque ya se ha filtrado el nombre de Javier Irureta como principal alternativa.

La noticia del adiós de Bianchi se produjo un día después de que un semivacío estadio Calderón se girase hacia el palco y el banquillo para protestar por el tropiezo copero. Los 8.000 espectadores diseminados por las gradas exigieron la marcha del argentino. Y se lo demandaron a Cerezo, protegido por un grupo de policías nacionales.

Ayer, el mismo Cerezo justificó con "los resultados" la destitución de Bianchi. Toni coincidió: "El rendimiento del conjunto no es el esperado". El Atlético se gastó cerca de 30 millones en fichajes. La directiva cree que la plantilla es buena, sin las carencias ofensivas del pasado. "Bianchi no se ha adaptado al fútbol español y ha cometido errores", reveló en la víspera un alto cargo. Esos errores se centraron en sus relaciones con el plantel y con la prensa, a la que ha negado toda entrevista individual, así como en su trato con los directivos, que han criticado su "soberbia".

Toni, cuyo contrato expirará de manera automática si el Atlético no se clasifica para una competición europea, apreció que el despido de Bianchi es "la mejor solución para todos" y recalcó que el preparador siempre tiene el deber de "sacar rendimiento de la plantilla". Ahora le toca el turno a su paisano Murcia, cordobés de 41 años con nula experiencia en Primera, muy poca en Segunda y mucha en Segunda B. Marina, ex jugador rojiblanco, será su segundo.

Carlos Bianchi mira al suelo, apesadumbrado por la derrota, durante el partido entre el Atlético y el Zaragoza.
Carlos Bianchi mira al suelo, apesadumbrado por la derrota, durante el partido entre el Atlético y el Zaragoza.EFE

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