José Sancho y Miguel Hermoso protagonizan 'El gran regreso'
"Se trata de una pequeña reflexión sobre la cotidianeidad de la vida junto a los seres más queridos. A ver si, aparte de quererlos, discutimos menos con ellos"; así describe Juan José Afonso El gran regreso, la obra del belga Serge Kribus que él dirige en España y en la que actúan José Sancho y Miguel Hermoso Arnao. Estrenada en el teatro de L'Oeuvre de París en 2000, y adaptada en Argentina bajo la dirección de Alfredo Alcón, el estreno en España está programado para el próximo 14 de enero en Avilés, desde donde emprenderá una amplia gira. El 27 y 28 se representa en Manices (Valencia), y en febrero en Alicante, y después irá a destinos como Málaga, Cuenca, Badajoz o Móstoles. La llegada a Madrid tendrá que esperar hasta enero de 2007.
Y es que la relación entre padre e hijo es un tema universal desde Sófocles, pero sobre todo actual. En El gran regreso toma forma de comedia contemporánea, "donde los momentos dramáticos entre padre e hijo se suceden con escenas de humor", en palabras del actor José Sancho, quien confiesa que aceptó el papel de padre porque "la obra cuenta con buen texto, pocos personajes y recorrerá durante un año todo el territorio nacional".
"Las funciones con pocos personajes me interesan mucho porque hay que trabajar más como actor, es como una especie de fuego permanente", señaló Sancho, quien confesó que para prepararse el personaje de Boris se inspiró en media docena de amigos actores del escenario español a los que "las cosas no les van bien".
Un espejo
El gran regreso aborda la complicada relación entre un padre y su hijo en un momento crucial para ambos. Boris es un actor fracasado que en su vejez consigue el papel de su vida, interpretar al Rey Lear de Shakespeare. Fuerza entonces el encuentro con su hijo, con quien mantiene una relación distante, instalándose en su casa, donde piensa que se sentirá más a gusto para prepararse el personaje. Mientras que su hijo Oskar (Miguel Hermoso Arnao) acaba de perder su empleo y separarse de su mujer, pero, además, su padre es el espejo donde no quiere mirarse.
"Los hijos nos pasamos toda la vida desmarcándonos de nuestros padres, queriendo ser diferentes de ellos porque queremos cambiar el mundo, pero a lo largo de los años te das cuenta de que te pareces más de lo que creías a ellos", comentó el actor Miguel Hermoso Arnao en la presentación de la obra ayer en Madrid.
La puesta en escena de El gran regreso se desarrolla en cinco espacios diferentes que se suceden de forma giratoria y cuenta además con un juego de espejos como un elemento narrativo de la obra, según el director. David Desola se ha encargado de la adaptación de la pieza teatral, y Jon Berrondo, de la escenografía. El texto original ha sido galardonado, entre otros, con el Premio de la Crítica francesa.
Babelia
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