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Reportaje:FÚTBOL

Los recursos infinitos de Rijkaard

El técnico del Barça ha logrado que su equipo, con 15 victorias seguidas, supere cualquier baja

Àngels Piñol

Xavi, el mediocentro azulgrana, se lesionó el 2 de diciembre, justo antes de jugar en El Madrigal, y los malos presagios se cernieron sobre el Camp Nou. Fue como si el vacío dejado por Xavi, capital en el juego del Barça, presagiara el final de la racha de hasta entonces ocho victorias entre la Liga y la Champions. Un mes después, el Barça casi ha doblado (15 triunfos) esa cifra. Ganó al Villarreal y después al Sevilla, el Cádiz, el Celta y el Espanyol en la Liga y, en medio, al Udinese (Champions) y el Zamora (Copa del Rey). Los azulgrana han marcado en la racha, iniciada en octubre, 44 goles (casi a tres por partido) y han recibido cuatro en contra. Proclamado ayer campeón de invierno, el gran mérito del Barça, con dos portentos como Ronaldinho y Eto'o, que va a gol por partido (18 en 18) es que ha superado cualquier baja.

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Quizás la única duda es saber qué ocurriría si el Barça perdiera de forma prolongada a esa pareja letal. Ahora se le presenta un nuevo reto: Eto'o será baja por primera vez en la Liga (Athletic, Mallorca y Alavés) e hipotéticamente en la Copa por la Copa de África. Pero el cuerpo técnico no parece alarmado: cuenta con Larsson. "No va a pasar nada. El sueco es un número uno", dijo Eto'o en Montjuïc recordando que ya descansó ante el Werder Bremen (3-1) y el Udinese (0-2).

Escarmentado por las traumáticas bajas de hace un año (cuatro jugadores se rompieron la rodilla), Rijkaard ha realizado rotaciones sin que el Barça se resienta. Deco, tan básico como se vio en Montjuïc -dijo ayer, a la salida del hospital en el que estuvo en observación, no recordar nada del fuerte golpe en la cabeza que le dio Motta-, se lesionó en octubre y fue sustituido por Van Bommel. No se notó. No es tan simple, sin embargo, relevar a Xavi: en los partidos de corte más físico (Villarreal o Espanyol), Rijkaard tira de Motta, y en aquéllos en los que se impone el toque, de Iniesta. Por encima de cualquier consideración, nombre o estilo, el holandés busca ganar con la pieza que cree ideal para frenar al rival. Oleguer, por ejemplo, es fijo. Si juega de lateral, desplaza a Belletti al banquillo y entra Edmilson de mediocentro. Si actúa de central, delante se sitúa Márquez. Otra pareja la forman Messi y Giuly, pero el argentino, imprevisible y deslumbrante, está ya asentado como titular.

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