"A mí me caen bien los hombres"
Pregunta. Eva Hache. ¿Hernández tiene menos glamour?
Respuesta. No. Yo creo que el glamour lo tiene la gente. Pero para distinguir es mejor. Creo que Evas Hernández habrá cerca de 12.500 sólo en España.
P. ¿Usted qué tiene más: morrazo o ingenuidad?
R. Tengo más morrazo.
P. Dice que no era la graciosa del cole. ¿Cómo entrenaba?
R. Yo absorbo todo por los ojos. He sido siempre muy observadora, y eso es lo que me hace tener un amplio abanico de posibilidades.
P. Recuerde su infancia-adolescencia: ¿Nancy o Barbie?
R. Nancy, Nancy azafata, ja, ja, ja. Nancy seguro, sí, sí, sí. La Barbie me pilló ya un poquito mayor.
P. ¿Colegio o pellas?
R. Colegio. Hasta los 15, colegio. Luego ya, un poquito de gamberrismo.
P. ¿Monjas o guardias civiles?
R. Ja, ja. Fui a colegio de monjas agustinas, pero no eran guardias civiles. La verdad es que me trataron muy bien. Y después ya, desde los ocho años, colegio público.
P. ¿Prefiere el tricornio en Benedicto-Ratzinger o en el general Arruche?
R. No quedaría para comer con ninguno de los dos.
P. ¿De Segovia, usted y el acueducto?
R. Y Perico Delgado [risas].
P. ¿El club de la comedia fue su biberón o ya había hecho monerías antes?
R. Antes estuve estudiando Filología inglesa en Valladolid, e hice teatro quasi clásico en la compañía de Juanjo Quintana. Mi destete dentro del mundo de la poca vergüenza fue una pieza de cabaré con Isa Romón, último intento de huir de los trabajos alimenticios que no eran artísticos.
P. En España, una de cada dos personas practica sexo más de una vez por semana. ¿Algunos practican el doble a costa de otros?
R. ¿Porque usted practica menos? Hay gente que se está hinchando, ja, ja, ja. Yo, de todas formas, estas estadísticas no me las creo, porque no sé si la gente dice la verdad. Es como las audiencias de la tele.
P. En el humor "tiendo a la psicopatía". ¿Lo saben en Cuatro?
R. Y creo que por eso precisamente me han contratado. Hace falta ser un poco límite para hacer estos trabajos supuestamente tan arriesgados.
P. ¿Con qué criterio eligió a su psiquiatra?
R. Ay, yo no tengo psiquiatra, no lo he tenido nunca y espero que no tenga que tenerlo.
P. ¿Y cómo se lo monta?
R. Yo me desahogo mucho al día, sobre todo con la risa. Creo que tener buen humor es lo mejor para estar equilibrado.
P. Si se encuentra en un ascensor a Acebes, ¿quién de los dos corre peligro?
R. Él. Porque él tiene que ser más políticamente correcto que yo. Yo no sé qué le haría. Físicamente, ningún daño. Pero igual sí que le preguntaría por qué es así.
P. ¿Y con qué político daría al botón de parar?
R. Me cae muy bien Elena Espinosa. Creo que tiene un trabajo durísimo. Bueno, como todos los ministros. Pero no sé por qué me parece que es una buena mujer.
P. Tiene 15 guionistas: ya podrá.
R. ¿Ha visto? Puedo decir prácticamente de todo y bien dicho gramaticalmente.
P. ¿Y qué aporta de su cosecha?
R. Aporto comentarios, pequeños, porque vamos muy medidos de tiempo, y aporto sensaciones, sobre todo.
P. "Los hombres aprietan por el medio el tubo de la pasta de dientes". ¿Qué otros vicios o defectos les encuentra?
R. A mí me caen bien los hombres. Incluso los que aprietan el tubo de pasta de dientes por el medio; no me parece un problema. Yo veo problemas en gente concreta, ya sean hombres o mujeres. No hago nunca distinciones.
P. Se lee enteros los libros de instrucciones. ¿Dónde tiene usted el botón de encendido?
R. Sí, me los leo [ríe]. Yo el botón de encendido lo tengo o en las cosas que me hacen reír o en las que me mosquean. A mí me puede encender con la injusticia. Y los malos profesionales también me encienden bastante.
PERFIL
Con 34 años, la presentadora de 'Noche Hache' destila risa por los poros. Le gusta andar y viajar, ama las playas salvajes, bucea "no con botella, sino con el culo al aire" y duerme "como una reina". Se confiesa muy perezosa y maniática con la decoración. De las que van por las casas poniendo derechos los cuadros ajenos
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