Raúl ya corre

Hace 41 días sonó la alarma: Raúl, el capitán del Real Madrid, el líder de la selección, cayó lesionado. El delantero, de 28 años, se rompió el menisco externo y, parcialmente, el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda durante el gran clásico, el Madrid-Barça. También se había desgarrado la cápsula postero-externa de la rótula. Peligraba incluso el Mundial de Alemania: como mínimo, Raúl tenía que estar de baja entre seis y ocho semanas. Si se confirmaba la rotura de ligamentos y la necesidad de operarle, podía estar parado hasta siete meses. Una eternidad. El desastre. Hasta que Alfonso del Corral, médico del Madrid, ejerció de oráculo: "No podemos poner plazos a la recuperación. Pero nos basamos en el carácter de la persona; un jugador pusilánime lo tendría más difícil para recuperarse". Ayer, a poco más de un mes de aquella frase, Raúl volvió a correr.

Pese a la prueba de ayer, los médicos todavía no descartan la operación quirúrgica

Fueron cinco minutos. Con el césped de la Ciudad de Valdebebas conquistado por la escarcha, Raúl, enfundado en un gorro, salió al campo y se puso a correr entre los vítores de los aficionados. En la banda le observaban sus dos inseparables compañeros del último mes: Pedro Chueca, el hombre de las manos mágicas, su fisioterapeuta de confianza, y el doctor Del Corral. Ninguno quiso lanzar las campanas al vuelo: la recuperación de Raúl va por los cauces previstos. Nada más. La operación de ligamentos, por lo tanto, todavía no está descartada. Tras la prueba de ayer, el delantero se someterá a nuevos diagnósticos para estudiar la reacción de su rodilla.

Desde el primer día, los médicos del Madrid han optado por una terapia "conservadora", intentando evitar la intervención quirúrgica para que el jugador se recuperara lo antes posible. Además, la decisión de operar al capitán del Madrid y de la selección será "colegiada", según explicaron los médicos del club, que consultaron a "los mayores expertos del mundo". En la lista destaca el nombre del doctor Steadman, que ya operó la temporada pasada a los barcelonistas Motta y Larsson, aquejados de sendas lesiones de ligamentos.

Mientras los médicos estudiaban la evolución de su grave lesión, Raúl trabajaba en el gimnasio, donde ayer se encerró tras su breve carrera. Allí permanece varias horas todos los días, haciendo ejercicios de potenciación de su rodilla izquierda, luchando con la máquina de remo, con el rodillo, donde trabaja el recto anterior, y con las mancuernas. Su jornada, sin embargo, no terminó allí: el delantero volvió al terreno de entrenamiento para trotar y tocar balón. La otra parte de su terapia de recuperación, una vez pasada la etapa de reposo para que baje la inflamación de la articulación, se compone de masajes y del trabajo en la moderna sala de hidroterapia de Valdebebas.

Mientras Raúl fuerza su recuperación, Ronaldo, su compañero en la delantera, comienza la suya: el brasileño estará de 10 a 14 días de baja al confirmar las pruebas médicas a las que ayer fue sometido en la clínica Ruber que sufre "una microrrotura fibrilar de grado 1 en el músculo sóleo de la pierna derecha". Conclusión: necesitará ese periodo de tiempo para recuperarse y se perderá, como mínimo, el partido de Copa del Rey contra el Athletic, el martes. Además, su participación en el Madrid-Villarreal de Liga, que se disputará el 8 de enero en el Madrigal, es más que dudosa.

Por otra parte, Alfredo Di Stéfano, presidente de honor del Madrid, operado el miércoles del corazón en el hospital de La Fe de Valencia, continúa con "constantes cardíacas y respiratorias normales", según el último parte médico. "Tiene un buen estado general, manteniendo la vigilancia de su insuficiencia renal crónica de origen diabético", añadía el comunicado sobre el mítico jugador argentino, que el miércoles pasó varias horas en el quirófano, donde le implantaron un cuádruple by-pass en el corazón que debe servir para solventar las lesiones provocadas por el infarto agudo de miocardio que sufrió el día de Nochebuena.