¿De qué va el Quijote?

CUALQUIERA PUEDE hacer la prueba en la página web del ISBN, la agencia que registra todos los títulos publicados. Si busca, con fecha de los últimos dos años, un libro titulado Don Quijote de La Mancha encontrará más de ochenta entradas distintas. El Año del Quijote ha durado más de 365 días. La fiesta se abrió en noviembre de 2004 cuando Francisco Rico presentó -actualizada y en Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores- su edición de la obra maestra de Cervantes, la misma que sirvió de base a la edición del IV Centenario, preparada por la RAE y publicada por Alfaguara. Congresos, exposiciones, óperas, rutas turísticas, programas de televisión, más ediciones y todo un Año del Libro, en Barcelona, se sumaron a un "programa de festejos" que Rico dice no haber seguido. El académico, no obstante, reconoce que lo que más le llama la atención, a la hora del balance, "es en qué medida han confirmado el europeísmo de Cervantes. El Quijote ha sido el libro que durante cuatro siglos más se ha leído en Europa, con incomparable diferencia sobre todos los demás. El centenario de 1905 (que fue inventado diez años antes por un erudito catalán) tuvo un ámbito básicamente español y latinoamericano. El de 2005 se ha celebrado en todos los países de la UE, que han puesto de relieve la enorme repercusión de la obra en la cultura de cada uno de ellos, en más de un caso superior a la que durante mucho tiempo consiguió en España. Cervantes sigue siendo el primer autor europeo". Así las cosas, poca gente quedará para dar vida a los personajes de una viñeta de Forges publicada hace años en este periódico. Un hombre pregunta a su mujer, tumbada en el sofá con un libro: "¿Qué lees?". Ella responde: "El Quijote". Él insiste: "¿De qué va?".