El fiscal pide 38 años de cárcel para cada uno de los tres acusados de un doble asesinato

El fiscal ha solicitado 38 años de cárcel para cada uno de los tres acusados de matar a tiros a Ramón Luque Gómez, un constructor de 59 años, y a su hija, Eva Luque Peinado, de 27, hace hoy dos años en su domicilio de Collado Mediano. El ministerio fiscal les imputa un doble delito de asesinato y tenencia ilícita de armas. Además, solicita indemnizaciones globales por valor de 440.000 euros. La acusación particular, ejercida por la viuda y madre de las víctimas, eleva la petición a 52 años de prisión y las indemnizaciones a la cantidad de 630.000 euros.

El fiscal considera probado que Daniel Monzón Muñoz, de 30 años, estuvo trabajando de capataz para el fallecido Ramón Luque Gómez en la empresa Arme 2001. Monzón tenía una información, a la postre errónea, de que el fallecido tenía en su poder 72.000 euros en efectivo, por lo que urdió un plan para apropiarse de ese dinero.

Monzón se reunió la tarde anterior al doble homicidio con su padre, el policía nacional Daniel Monzón Rico, de 56 años, y su tío, Crisantos Monzón Rico, de 62 años, en el domicilio del primero, en la capital, "donde desarrollaron un plan con el fin de acabar con la vida del señor Luque".

Sobre las ocho de la mañana del día siguiente (29 de diciembre de 2003), los tres se dirigieron a la localidad portuguesa de Guarda en un vehículo Mercedes, propiedad de Crisantos Monzón. Allí compraron una pistola del calibre nueve milímetros que no estaba fichada por la policía. "Tras introducir ocho balas en el cargador del arma y una más en la recámara, se dirigieron a la calle de la Senda número 6 de Collado Mediano, donde residía Ramón Luque. Llegaron sobre las 17.15", señala el fiscal.

Cuando llegaron a Collado Mediano, el acusado Daniel Monzón Muñoz se bajó del turismo, mientras que los otros dos acusados se quedaron dentro, listos para salir de la calle "tan pronto como el primero de ellos terminara con su cometido en el plan". Daniel Monzón llamó al timbre. Le abrió la puerta Eva Luque, que avisó de la presencia del primero a su padre. Los tres entraron en el salón de la vivienda, un chalé unifamiliar. "Súbitamente, el acusado sacó el arma que portaba y, de forma inmediata y sin darles tiempo a sus víctimas para que reaccionaran, realizó tres disparos sobre Ramón Luque, dos de ellos los hizo a menos de medio metro".

El primer balazo le entró por el epigastrio, bajo el extremo inferior del esternón. Ya era mortal de necesidad. Atravesó el lóbulo izquierdo del hígado, la curvatura del estómago y el páncreas. Salió por la región lumbar derecha a la altura de la cintura. El segundo disparo le entró por el tórax, entre las dos clavículas, y salió por la región escapular derecha. "Una vez que el señor Luque había caído sobre el sofá, el acusado, para asegurarse de que efectivamente moría, se aproximó por detrás de él realizando un tercer disparo en la región frontoparietal derecha, a unos dos centímetros de distancia", añade el escrito de la fiscalía.

Para evitar que la hija del fallecido pudiera contar los hechos que acababa de presenciar, el acusado disparó en cuatro ocasiones sobre ella. El primer impacto le afectó al esternón, el estómago, el colon y el intestino delgado, hasta quedar alojado en la nalga derecha. El segundo proyectil le entra por la región lateral del cuello y termina en la región mastoidea izquierda. El tercero hace una trayectoria similar.

"Por último, para asegurarse de la muerte de Eva Luque Peinado, el acusado se aproximó a ella y tocando con el cañón de la pistola en el cuello de su víctima realizó un último disparo en la base de la región posterior del cuello", concluye el fiscal.

El acusador público considera que Daniel Monzón Muñoz es el autor de dos delitos de asesinato, recogido en el artículo 28 del Código Penal, mientras que los otros dos acusados están imputados como cooperadores necesarios. A los tres se les acusa de tenencia ilícita de armas.

El acusado Daniel Monzón Muñoz se encuentra en prisión provisional desde el 2 de febrero de 2004, mientras que su padre, policía nacional destinado en la unidad de seguridad del Congreso de los Diputados, ingresó en la cárcel el 25 de febrero de 2004. El tercer imputado, tío del supuesto autor material de los disparos, está en libertad.

Ramón Luque estaba casado con Julia Peinado González y tenía un hijo, Ramón, de 32 años, y una hija, la fallecida Eva, con quienes convivía en el chalé.