Una vivienda del casco antiguo de Tortosa se derrumba en Nochebuena
Los vecinos oyeron crujidos y salieron a toda prisa del inmueble
Una veintena de personas, todas de origen paquistaní, fueron desalojadas de sus viviendas durante la pasada Nochebuena después de que cediera la estructura de un inmueble del casco antiguo de Tortosa (Baix Ebre). La casa se vino abajo completamente, aunque todos sus inquilinos, ayudados por agentes de la Policía Local y los bomberos, pudieron salir sin sufrir ninguna herida momentos antes del desplome. El casco antiguo de Tortosa es uno de beneficiados por la Ley de Barrios y recibirá 9,4 millones para su reforma.
Sucedió alrededor de la una de la madrugada del pasado domingo. Una llamada alertó a la Policía Municipal tortosina de que las paredes del número 9 de la calle de Sant Felip Neri habían comenzado a ceder. Fuentes municipales aseguraron que los inquilinos afectados oyeron crujir la estructura del inmueble antes de que se derrumbara y, alarmados, salieron con prisas de sus casas. Estos crujidos fueron la razón de que el incidente no causara víctimas, aseguró ayer el alcalde de Tortosa, Joan Sabaté (PSC). "No soy ingeniero, pero me atrevería a decir que las bajas temperaturas que hemos tenido han afectado a los materiales del inmueble", dijo. La ciudad ha pasado la Navidad bajo cero.
La actuación de la Policía Local y de los bomberos, agregó Sabaté, también resultó crucial para no haber de lamentar daños personales. "Se jugaron la vida", afirmó el alcalde, y explicó que los agentes tuvieron que entrar vivienda por vivienda a asegurarse de que no quedaba nadie en el edificio mientras este ya había comenzado a derrumbarse.
Nuevos pisos
El número 9 de la calle de Sant Felip Neri consta de planta baja y cuatro plantas más. Es una vivienda vieja, muy deteriorada, en una de las zonas de Tortosa que concentra un mayor número de viviendas en mal estado. De hecho, el Ayuntamiento ha ido adquiriendo durante los últimos años varios edificios de la misma manzana con el objetivo de derribarlos y alzar pisos de protección oficial de nueva construcción. El incidente de Nochebuena acelerará con toda seguridad este proceso.
Todos los inquilinos desalojados son inmigrantes de origen paquistaní. Al margen de la casa derrumbada, también fueron desalojados los inquilinos de un edificio adyacente. Una veintena, en total. Hubo quienes tenían donde pasar la noche, y se dirigieron a casas de familiares o amigos de Tortosa. A los que no tenían donde ir, el Ayuntamiento les facilitó alojamiento en una casa de acogida de Cáritas.
Hoy mismo, primer día laborable después del derrumbe, el consistorio empezará a buscar un nuevo alojamiento para los afectados, y técnicos municipales evaluarán si existe suficiente seguridad para que los inquilinos de la vivienda adyacente a la siniestrada puedan volver a sus casas.
Este suceso ha puesto de nuevo sobre la mesa el mal estado de numerosas viviendas del casco antiguo de Tortosa. A este barrio le han sido adjudicados este año 9,4 millones de euros, subvención de la Generalitat a través de la llamada Ley de Barrios. Entre otras actuaciones, este plan de actuación municipal -el proyecto estrella del actual mandato- prevé la expropiación de hasta 50 inmuebles para reconstruir viviendas y edificar equipamientos precisamente en zonas especialmente degradadas o con edificios en mal estado de conservación.
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