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Una muestra refleja lo que dejaron en Andalucía ocho siglos de islamismo

'Las huellas de la memoria' ilustra el espacio común creado entre las dos culturas

Las permanencias históricas en el vocabulario o en los atuendos cotidianos en Andalucía y Marruecos, fruto de la implantación durante ocho siglos de la cultura islámica en España, centran la exposición Las huellas de la memoria, inaugurada ayer en Antequera (Málaga). La muestra refleja cómo las formas arquitectónicas, los instrumentos musicales, las vestimentas utilizadas y hasta los apellidos actuales son reflejo de esa estrecha relación entre las culturas mediterránea e islámica.

"La cultura islámica se desarrolla por el norte de África, cruza el Estrecho y llega a Andalucía, donde permaneció ocho siglos, desde que los caudillos árabes comenzaron a dirigirse a la población para que se convirtieran a la religión islámica", aseguró el director general de Bienes Culturales Jesús Romero, quien resaltó que la estrecha convivencia explica la continuidad de los vestigios musulmanes.

Se trata de elementos que permanecen en el tiempo y en la memoria como consecuencia de la influencia de la cultura islámica, cuya fuerza e identidad derivó en un "maridaje" entre ambos territorios, hasta el punto de el techo de la Real Colegiata de Santa María la Mayor de Antequera, que alberga la exposición, es una armadura mudéjar. "Estos elementos no se ven ni en Europa ni en Rusia, sino en determinadas poblaciones de Andalucía", apuntó Romero.

La exposición se abre con dos olivos, símbolos de la cultura mediterránea que se muestran como "dos columnas de Hércules vegetales en honor a este árbol, gran padre de una civilización común", comentó el comisario, Antonio Zoido. "Estas similitudes se reflejan hasta en su disposición orográfica, de manera que Andalucía y Marruecos se corresponden hasta en sus accidentes geográficos", añadió Zoido.

El flujo cultural entre Andalucía y Marruecos también inunda el país norteafricano, donde es habitual rememorar el esplendor de la Alhambra con la colocación en sus viviendas de imágenes alusivas a Granada. El comisario puntualizó que "las permanencias se encuentran a un lado y a otro, de manera que se ha creado un espacio común en el que todo está mezclado". El recorrido de la muestra abarca hasta el siglo XIX, cuando se produce una vuelta a la orientalización que retoma lo que de andaluz había en Marruecos, mientras que al otro lado del Estrecho se registra una occidentalización.

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