Consejos para ser tu propio jefe

Ser visionario, rodearse de un buen equipo y levantar la cabeza si el negocio no funciona. Empresarios de éxito como Martin Varsvasky, fundador de Jazztel, aconsejan a los nuevos emprendedores que innoven en un sector por el que sientan vocación y que no se desanimen si fracasan. Y es que los datos hablan solos: el 20% de las nuevas empresas desaparecen en su primer año de vida.

ESADE y el Instituto de Empresa organizan jornadas para que jóvenes emprendedores e inversores se pongan en contacto

"Hay que aprender a golpes", explica David del Val, ingeniero de Telecomunicaciones y Máster por la Universidad de Stanford. Hace 10 años, este emprendedor creó con otros compañeros de la universidad un prototipo de transmisión de vídeo por Internet. La idea tuvo tanto éxito que se trasladaron a Silicon Valley, en California, y un año después Microsoft les compró el proyecto. "Después creé la empresa Tech Foundries, de tecnología digital", explica Del Val. Para este empresario, la clave del emprendedor está en "ser visionario y en estar convencido de que la empresa cubre un hueco en el mercado". "Hay que tenerlo muy claro, que te guste el sector en el que emprendes, que te haga ilusión. Meterse en un negocio sólo para ganar dinero es un error", explica este ingeniero.

El 20% de las nuevas empresas no superan el año de vida; el segundo año desaparece otro 15% y el cuarto año casi un 12%, según datos de las Cámaras de Comercio. Para que el margen de fracaso sea mínimo, escuelas de negocio como el Instituto de Empresa y ESADE, cada vez más interesadas en fomentar el espíritu emprendedor, organizan jornadas en las que sus alumnos que quieren crear su empresa toman contacto con inversores y con empresarios consolidados.

Joseph Pistrui, responsable de la jornada del Instituto de Empresa, considera que hay tres categorías de emprendedores: "Los independientes; los empresarios cooperativos y el emprendedor familiar". Esta escuela de negocios pone a disposición de sus alumnos emprendedores su servicio jurídico y financiero para que puedan definir un plan de negocio. "Lo importante es reducir al máximo el riesgo de fracaso", señala Pistrui. Desde ESADE, Joan Riera, responsable del Centro de Iniciativa Empresarial, explica que en su Foro de Emprendedores de Tecnologías Emergentes "los proyectos tecnológicos más innovadores terminan haciéndose realidad". En este foro, que el jueves pasado celebró su primera edición, han acudido ex alumnos de ESADE pero también emprendedores externos.

En IE Venture Day 2005 el Instituto de Empresa puso en contacto a jóvenes con iniciativa empresarial y empresarios como David del Val, Martin Varsavsky (fundador de Jazztel); o Jorge Mata (fundador de MyAlert.com). "Mi consejo es que al comenzar tiene que haber un punto de rebeldía, de ir contracorriente. Desde luego no hay que montar una empresa que ya se encuentre en el mercado", cuenta Varsavsky, que considera que "la única manera de fracasar es no probar".

El creador de MyAlert.com (empresa que se dedica al ocio a través del teléfono móvil) cree que el emprendedor tiene que pensar "que su negocio es la mejor idea del mundo". "Lo más importante es tener un buen equipo, eso es lo que marca la diferencia", señala Mata. Con este empresario coincide Carlos Trenchs, de la Gestora de Finanzas para Emprendedores de La Caixa. "Vale más un buen equipo con una idea regular que viceversa", cuenta Trenchs, que acudió la semana pasada como inversor a la jornada organizada por ESADE y donde distintos emprendedores presentaron sus proyectos. La Caixa ha invertido durante este año tres millones de euros en una veintena de nuevos proyectos. "La relación entre un emprendedor y un empresario es como un noviazgo, es fundamental que haya feeling y que el proyecto empresarial se interprete de la misma manera", asegura Carlos Trenchs.

Albert Colomer, director de Business Angels Network de Catalunya, empresa que se dedica a poner en contacto inversores con futuros emprendedores, considera que el principal error que cometen los nuevos es "el sentido del tiempo". "No saben valorar el tiempo que van a tardar en llegar al mercado. Les oyes decir: 'En tal fecha ya vamos a ganar tanto dinero...', cuando sabes que es imposible", concluye Colomer.