"Parece que cada domingo jugamos fuera"

Aunque los 70.000 aficionados que se dieron cita en el Bernabéu le despidieron con una prolongada ovación, a Ronaldo no le gustaron nada los pitos que escuchó cuando Vanderlei Luxemburgo le sustituyó por Gravesen a falta de cuatro minutos. "El público tiene que venir a apoyar, parece que cada domingo jugamos fuera", expresó su malestar. El nueve brasileño, que reapareció y marcó su octavo gol liguero en la única ocasión que tuvo en sus pies, dictó sentencia: "No es lógico que piten, porque hemos jugado con un hombre menos; aquí no venimos de cachondeo".

"Es normal que el Bernabéu no esté contento", concedió Luxemburgo. El preparador del Real Madrid reconoció que le gustaría que el equipo "jugara bien cuanto antes", aunque mostró su asombro por que gusten tan poco las victorias por la mínima. "Si ganamos 1-0 todos los partidos y nos proclamamos campeones de Liga, no estaría mal, ¿verdad?", preguntó a los periodistas. "Lo que pasa es que Ronaldo es un matador. Sólo ha tenido una ocasión y marcó. Contra la Real Sociedad tuvimos tres, las fallamos y nos fuimos al descanso por debajo en el marcador. Generamos muchas ocasiones, otra cosa es que alguien las meta", fue su análisis.

Más locuaz se mostró Riki. "Ya dije que no prefería que no jugara Ronaldo. Apenas ha participado en el juego y ha vuelto a ser definitivo", recalcó camino del autobús que devolvía a la expedición azulona a Getafe. Su malestar lo compartía Mariano Pernía, que dio un par de sustos al coliseo madridista. "La fortuna no estuvo de nuestra parte. No es fácil hacer partidos como el que hicimos contra el Madrid pero...", dejó la respuesta en el aire. La valoración del encuentro que hizo Schuster fue escueta pero definitiva: "Hemos merecido algo más, pero la diferencia entre los dos equipos se ha notado en su resolución", sintetizó. "Ahora nos queda un partido más feo la semana que viene", añadió el técnico alemán, con la mente ya en el Racing.

"Ganar nos acerca a los líderes de la Liga. Tenemos próximos retos y hay que coger confianza. Los jugadores saben jugar al fútbol pero tienen un poco de ansiedad", insistió Luxemburgo, en su búsqueda de un balón de oxígeno. No le ayudaron ni el cambio de Robinho por Baptista ni la entrada de Gravesen. "Si no cambié a Robinho al principio de la primera mitad fue para protegerle", proclamó. "Y si sustituí a Ronaldo es porque quedaban cinco minutos y no quiero protegerme, sino pensar en el equipo". "No me asusta perder el cariño del público", dijo desafiante.

Un respaldo que la grada concedió a Guti, que cumplió diez años en la primera plantilla del Madrid. "Creo que el público del Bernabéu es ejemplar", aseguró el centrocampista de Torrejón, unas veces cabeza de turco y otras ensalzado por su juego. "Lo importante son los tres puntos y que recuperamos a gente importante como Ronaldo; no hay que dar importancia a las quejas", afirmó Guti, conocedor de los estados de ánimo de la grada. Parecía un mensaje directo a su entrenador. "Me gustaría jugar mejor y espero que llegue cuanto antes, pero no soy pitonisa", se defendía Luxemburgo entre tanto, con sus habituales dosis de ironía.

Que no es ajena para Schuster. "Que nos piten en contra las jugadas dudosas tiene que ser así por fuerza. La facilidad para pitar o no depende de lo alto que sea el estadio". Ángel Torres, presidente del Getafe y socio 30.368 del Madrid, tampoco se mordió la lengua: "Cualquier equipo de Europa les hubiera metido ocho goles".