La mayor sequía de su historia

"Esto no va bien y habrá que cambiar el esquema o los jugadores". Con estas palabras Carlos Bianchi, técnico del Atlético, resumió la situación del Atlético, un equipo que es imposible que gane partidos. Porque no marca goles. Más de 100 años de historia no le habían dado al Atlético para vivir una situación como la actual, en la que enseña unos números penosos. Sus 13 goles a favor suponen su peor registro de todos los tiempos a estas alturas de Liga. Sólo en las temporadas 63-64 y en la pasada llevaba unos números similares, aunque en ambas con un gol más. El Atlético no ve puerta y su situación en la tabla no es peor por la sencilla razón de que tampoco es fácil que le marquen. Trece goles ha recibido Leo Franco en otros tantos partidos, y eso atenúa la gravedad de los hechos.

"Es verdad que conseguir 13 goles en trece partidos no es una cantidad digna. El equipo tiene una actitud ofensiva muy buena, pero hay que materializar las ocasiones", dijo Bianchi tras el partido, poniendo buena cara al mal tiempo. Al Atlético le cuesta un mundo marcar y en ese terreno, y por muchos delanteros que se fichen, todas las miradas suelen dirigirse a Fernando Torres. Hace sólo un año, a estas alturas de Liga, el Niño llevaba seis goles, el doble que ahora. No marca el capitán del Atlético desde el 21 de octubre, en la sexta jornada, cuando batió al Málaga de penalti. Pero Bianchi intenta no señalar a su capitán: "Hoy [por ayer] pedí a los delanteros que bajaran al centro del campo para recibir más balones y que no estuvieran tan estáticos arriba y Fernando dispuso de varias ocasiones viniendo desde atrás. Pero los delanteros tienen rachas y la actual no es buena".

"Sé que esto no va bien", reflexionó el técnico argentino, "y hay que cambiar jugadores o cambiar el esquema del equipo. Voy a estudiar la situación. Hay jugadores que han tenido más oportunidades que otros..., pero lo haré con calma y con tranquilidad", indicó.

Tras esas palabras, Bianchi fue preguntado por la llegada de refuerzos y ahí plegó velas el técnico: "Sólo pienso en los jugadores que tengo ahora mismo. Digamos que hay equipos que sin jugar bien consiguen los tres puntos y nosotros tenemos que ser muy superiores al rival para conseguir la victoria", explicó, considerando que "estar arriba cada vez se hace más difícil".

Por si la mala racha que vive el equipo no fuera bastante, ayer las tarjetas le hicieron un roto. Así Pablo, Torres y Luccin vieron la quinta amarilla, por lo que no estarán en el próximo compromiso del equipo, ante el Athletic en San Mamés.