Ronaldo deja solo a Luxemburgo
El delantero no ha vuelto a tocar el balón desde que jugó, y se resintió, contra el Barça
Ronaldo estaba lesionado hace una semana, cuando decidió jugar contra el Barcelona y acusó de "polemistas" a quienes cuestionaron su recuperación. Ayer seguía lesionado. Pero no viajó a San Sebastián. El partido de hoy, contra la Real Sociedad, no despierta el interés publicitario del gran clásico, pero el Madrid se juega los mismos puntos, tres, y Vanderlei Luxemburgo, su entrenador, mucho más, pues dirigirá a los suyos en la mira telescópica de la junta directiva, que le quiere fuera.
Luxemburgo se la juega y lo hace con sus cartas: con Baptista y Robinho en el ataque. Soldado, el único delantero centro a su disposición, es canterano y valenciano. Un hándicap para el técnico que menos caso ha hecho a la cantera en los últimos seis años. Su confianza en el talento brasileño no deja resquicios para mucho más.
Los médicos del Madrid explican que la dolencia de Ronaldo, una rotura parcial del ligamento que une la tibia con el peroné, en el tobillo derecho, provoca un dolor difícil de soportar. Desde la enfermería argumentan que su participación ante el Barça fue apresurada, pero "elogiable" porque supuso un gesto de coraje. Hoy, frente a la Real, como el miércoles contra el Lyón, ha decidido reservarse. De hecho, no ha vuelto a tocar el balón desde que su equipo cayó goleado ante el líder. Se pasa las mañanas en la piscina haciendo ejercicios de potenciación. Sólo con ayuda del agua, que le resiste parte del peso, deja de sentir molestias al apoyar el pie. En seco, sufre.
Ronaldo se lesionó ante el Atlético hace cinco semanas. Desde entonces, tanto su presidente, Florentino Pérez, como él amasaron la certeza metafísica de que jugaría contra el Barça. La carrera que prosiguió fue un canto al voluntarismo, aplaudido desde la directiva y seguido con atención por el seleccionador brasileño, Carlos Alberto Parreira, que se presentó en el partido para asistir en directo al experimento.
Como la voluntad y la ciencia médica son cosas distintas, el organismo de Ronaldo se resintió. Su tobillo le dolió tanto que lo inhabilitó para jugar. Con el agravante de que su recuperación se ha complicado y le ha dejado fuera del equipo en un momento especialmente difícil. Durante los últimos tres años, el Madrid se ha construido para servir a Ronaldo. Cuando falta, el equipo se desorienta.
En ausencia de Ronaldo y Raúl, la delantera ideal hace un mes, Luxemburgo confía en Baptista y Robinho. El primero, por potencia y capacidad rematadora, pasará del medio campo a la punta. El segundo jugará donde lo ha hecho siempre, en los tres cuartos, de cara a la defensa contraria. Por detrás se situarán Pablo García, Sergio Ramos, Zidane, Guti o Beckham si se recobra de su lumbalgia crónica.
Zidane sí es seguro. Tras dos meses invalidado por una pubalgia, los técnicos aprecian en él una mejoría física notable. Y cruzan los dedos. "Después de tres partidos, ha cogido el ritmo", dijo Arrigo Sacchi, el director de fútbol. Y el francés está convencido de que hará una gran temporada.
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