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Reportaje:

Un manual de instrucciones del edificio

La UCE aconseja a los propietarios que exijan al promotor el Libro del Edificio y un calendario de mantenimiento de la vivienda

Cristina Vázquez

Si productos tan nimios como una máquina de afeitar o un teléfono móvil se venden acompañados de un manual de instrucciones para su uso, ¿cómo es posible que la vivienda, probablemente una de las inversiones más importantes en la vida de uno, no tenga al día de hoy algo parecido? Responsables de la Unión de Consumidores en la Comunidad Valenciana (UCE) apostaron ayer en Feria de Valencia, donde se celebra estos días el certamen Urbe Desarrollo, por extender el uso del denominado Libro del Edificio, un manual regulado por la Ley de Ordenación y Fomento de la Calidad de la Edificación, de 2004, y que el promotor está obligado a entregar al comprador de una vivienda. Este libro, además de contener el proyecto de las obras, la memoria de calidades, las características de la edificación y de sus instalaciones, debe tener en cuenta un calendario de revisiones de los elevadores, bajantes, cubiertas y resto de elementos del edificio.

La vivienda sigue siendo el motivo de queja más común de los consumidores

"En el mercado había manuales pero estaban plagados de tecnicismos y los usuarios necesitan saber con claridad qué hacer en caso de incendio o, por ejemplo, cada cuánto revisar su instalación eléctrica o de gas", explicó Miguel Ángel Arranz, autor del Manual de Uso y Mantenimiento de la Vivienda, que la UCE ha convertido en uno de sus libros recomendados. A lo largo de las más de 200 páginas que conforman el libro se explican cosas tan obvias como la documentación específica que los propietarios de una vivienda deben tener en su poder - hasta 11 documentos- hasta los tres seguros de los que debe disponer un edificio y que son responsabilidad del promotor, cómo se limpia un revestimiento de gres o mármol para que dure, o qué sumideros y canalones de azoteas y terrazas privadas deben limpiarse al menos cada seis meses para que no se embocen. El edificio gana en durabilidad si se hace un mantenimiento de fachada, tejados o caldera, por citar tres elementos.

"El ciudadano está poco informado. Por ejemplo, había cosas tan básicas como hacia dónde ir en caso de incendio, que es, si se puede, ir hacia abajo y no al contrario, que mucha gente desconoce", explicó Arranz, quien, por ejemplo, aseguró que cada año se producen unos 20.000 incendios porque las instalaciones eléctricas no se han renovado para soportar el número de electrodomésticos que se conectan en una casa.

Juan Carlos Chuliá, portavoz de la Unión Nacional de Propietarios -editora del manual-, agregó que todas estas obligaciones no son exclusivas de los edificios nuevos, sino que la vivienda usada debe disponer también de un Libro del Edificio cuando se traspase.

El asesor jurídico de la UCE en la Comunidad Valenciana, Pablo Pajín, insistió en la necesidad de dar más y mejor formación sobre las leyes relacionadas con la vivienda, si bien tanto él como Arranz y Chuliá reconocieron que no existen datos en estos momentos de si se cumple o no con esta normativa. Los tres coincidieron en que la intervención de los ayuntamientos es crucial en estos casos.

"Desgraciadamente lo más efectivo es que si a algún transeúnte le cae encima un trozo de balcón o un cascote de finca denuncie a la comunidad de vecinos y a la compañía de seguros y al ayuntamiento de turno como responsables subsidiarias", comentó uno de los miembros del público que asistió ayer a la presentación.

"Una manera para hacer cumplir la ley sería que cuando el notario otorga escritura pública de una vivienda exija también los documentos colaterales relacionados con el edificio y a los que el promotor está obligado por ley", sugirió Pajín. Chuliá se mostró partidario de concienciar a notarios, arquitectos, promotores y usuarios de que si un edificio tiene un manual de mantenimiento dura más y no crea tantos problemas.

Según los expertos de UCE, las compañías de seguros ya están incluyendo cláusulas en las pólizas multirriesgo del hogar para eludir las reparaciones que tengan que ver con una falta continuada de mantenimiento.

La vivienda sigue siendo, según el asesor jurídico de la UCE, el motivo de queja más común entre los consumidores. Si hace unos años las reclamaciones, tras la entrega del piso, tenían que ver con los elementos estructurales, en la actualidad los más numerosos están más relacionadas con filtraciones o problemas de aislamiento acústico, dijo Pajín.

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Sobre la firma

Cristina Vázquez
Periodista del diario EL PAÍS en la Comunitat Valenciana. Se ha ocupado a lo largo de su carrera profesional de la cobertura de información económica, política y local y el grueso de su trayectoria está ligada a EL PAÍS. Antes trabajó en la Agencia Efe y ha colaborado con otros medios de comunicación como RNE o la televisión valenciana À Punt.

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