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Análisis:A LA PARRILLA
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Dinero y un jamón

La esbelta ministra de Sanidad encabezó el miércoles una marcha contra la obesidad. Salió en los informativos de Tele 5 luciendo deportivas nuevas, de marca, para llamar la atención sobre ese mal de nuestro tiempo. Minutos después se daba noticia de un certamen de gastronomía en San Sebastián con pinchos de diseño, uno titulado Pirulí de hongos y otro que parecía un sushi, pero estaba elaborado con rabo de toro y membrillo. "Se llaman pinchos, pero en realidad es minicocina", explicaban. Minicocina para iniciados. No cualquiera es capaz de apreciar esas exquisiteces. ¿O sí? El pasado domingo, en Todos contra el chef (Cuatro), un profesional y una aficionada preparaban simultáneamente un suquet. Él, Darío, al estilo más minimalista y actual, con los frutos marinos al dente, y ella, Pilar, con la receta casera. Un jurado dio por ganadora a Pilar. Darío estaba indignado.

Ayer despertamos con la noticia del robo a mano armada en un supermercado de Barcelona. El atracador es El Malo Dieguito. Un clásico. Recuerda en lo físico y lo mental al personaje de Mariano (Eduardo Gómez), el padre del portero de Aquí no hay quien viva. Entró al grito de "esto es un atraco", y luego pidió "dinero y un jamón". ¿Cuánto dinero? Lo que haya. Lo que importa es el jamón. Abrió una botella de cava y la bebió junto a sus nueve rehenes antes de recomendarles que huyeran. Intentó escapar entre ellos. Fue arrestado. El Malo Dieguito lleva más de treinta años entrando y saliendo de la cárcel. Se ha fugado unas 30 veces. En 1978 encabezó la famosa fuga de los 45 en La Modelo. Escribió un libro sobre ello. En su escaso lustro de libertad se casó y tuvo dos hijos. Al ser condenado por una vieja causa a 12 años, su mujer se suicidó, su hija murió electrocutada. "En España no hay cadena perpetua, pero terminaré pasando mi vida en la cárcel", dijo en Antena 3. El Malo Dieguito no sabe de minicocina ni de obesidad. Él va a lo esencial: dinero y un jamón. Como todos los españoles -chefs o no- en estas fechas. Se merece ese jamón soñado, en lonchas. En su "casa" no admiten cuchillo jamonero.

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