Williams rectifica y conduce al Barça a su segunda victoria en Europa

Ante un conjunto de segunda fila en Europa, el Barça no se hizo con el partido hasta el último cuarto. Desperdició demasiados balones en la primera parte, no cerró bien el rebote, llegó a encajar un parcial de 16-1 en el segundo cuarto y sólo la falta de acierto ofensivo de los polacos le salvó de un susto mayor. Sólo cuando Grimau enseñó los dientes en defensa y Kakiouzis atrapó cuanto balón cayó por su zona para luego afilar la puntería en la contraria, el resto del equipo se contagió y el Barça pudo poner tierra de por medio -el Prokom no anotó ni un punto en casi seis minutos y los azulgrana establecieron su máxima ventaja: 45-56-, aunque no sentenciar un encuentro. Pacesas quiso darle emoción a la cosa y, con dos triples seguidos en los últimos cuatro minutos, colocó de nuevo al Prokom a tiro de piedra (54-56).

Fue entonces cuando apareció de nuevo Williams -ya lo había hecho al final del tercer cuarto para dejar en un punto una diferencia que había llegado a ser de nueve (28-19)- para contentar a Ivanovic y sumar la segunda victoria azulgrana en la Euroliga. El triunfo dio aire al Barça, muy necesitado tras haber encajado dos derrotas, pero no escondió los problemas que aquejan al cojunto azulgrana. Basile, llamado a hacer grandes cosas, no acaba de aparecer. Y no sólo eso: cuando Navarro no está en plena forma, como le sucedió ayer, el Barça se queda sin ideas ofensivas. Ayer, el ataque no fluyó y desperdició posesiones como si de un entrenamiento se tratara.

El Real Madrid, por su parte, mantiene su buena racha europea y ayer se impuso en su cancha al Ulker de Estambul por 70-58.