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Madrid será sede en 2007 de la Conferencia de la AMA

La concesión supone un fuerte respaldo a la política antidopaje española

Carlos Arribas

Madrid organizará en 2007, probablemente en la tercera semana de noviembre, la tercera Conferencia Mundial Antidopaje, según decidió ayer en Montreal (Canadá) por mayoría absoluta el Consejo de la Fundación de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). La concesión a la capital española de la gran cumbre supone un respaldo universal a la intensa política antidopaje del Gobierno español.

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Madrid derrotó en la primera votación a las otras dos ciudades candidatas, Bangkok (Tailandia) y Kuala Lumpur (Malaisia), rivales para la organización de una cumbre que atraerá a la capital española a unas 3.000 personalidades, entre dirigentes deportivos internacionales, dirigentes políticos, científicos, expertos y observadores.

"Hemos recibido la noticia con gran satisfacción", declaró ayer Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, padre de la nueva Ley Antidopaje que iniciará en las próximas semanas su recorrido parlamentario y preconizador de una política de tolerancia cero con el problema. "La Agencia Mundial Antidopaje, con esta decisión, ofrece un reconocimiento al gran esfuerzo que se está haciendo en España para luchar contra la lacra del dopaje, a la gran importancia que concede el Gobierno a ese problema. Madrid entra, así, en el restringido grupo de ciudades del mundo que se asocian con una lucha seria y decidida contra el dopaje".

El dossier de la candidatura madrileña fue defendido en Montreal, sede de la AMA, por Manuel Fonseca, jefe de Gabinete del Consejo Superior de Deportes (CSD), y contaba con el apoyo explícito del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de la ministra de Educación y Deporte, María José Sansegundo, de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y del alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón. Aparte de la calidad de la candidatura y de la política española contra el dopaje, otro elemento clave en la decisión del Consejo de la Fundación de la AMA es el valor estratégico de España en su relación con Iberoamérica. Las autoridades españolas ya impulsaron la lucha contra el dopaje en el continente americano promoviendo la declaración de Cartagena de Indias.

La Conferencia de Madrid 2007 será la tercera organizada al alimón por las autoridades deportivas internacionales y las gubernamentales.

La primera se celebró en Lausana en 1999. Fue promovida por el Comité Olímpico Internacional (COI) a raíz de que los sucesos del Tour de Francia de 1998 dejaran al descubierto la terrible realidad, y la extensión, del dopaje a todos los niveles. En aquella Conferencia se decidió que sólo un organismo independiente de las autoridades deportivas y de los gobiernos sería capaz de encabezar una lucha global con la amplitud que precisaba el problema. En aquella Conferencia nació la AMA, organismo presidido por el canadiense Dick Pound, miembro del COI, y financiado a medias por los gobiernos de los principales países del mundo y por el movimiento olímpico.

En la segunda Conferencia, cuatro años más tarde, en Copenhague 2003, vio la luz el Código Mundial Antidopaje, el primer intento de conseguir una ley internacional que unificara en un sólo texto la tremenda variedad de normativas, pues hasta entonces cada federación internacional y cada país disponían de unas leyes antidopaje propias y muy diferentes. El Código fue ratificado en Copenhague por la práctica totalidad de las federaciones internacionales. También se adhirieron decenas de gobiernos de medio mundo, aunque su entrada en vigor como norma antidopaje en los diferentes países sólo podrá hacerse a través de un convenio firmado a través de la Unesco.

Aspiraciones olímpicas

Precisamente, la gran aspiración de la tercera Conferencia, la que se celebrará en Madrid en 2007, será la de convertirse en el lugar en el que el Código Mundial comience a entrar en vigor como parte de la legislación de los países.

Para Madrid, aparte del reconocimiento mundial que supone ser sede de un acontecimiento de tal nivel, la Conferencia supondrá también una oportunidad única para dar valor a su posible candidatura para los Juegos Olímpicos de 2016.

Jaime Lissavetzky.
Jaime Lissavetzky.EFE

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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