Por amor al arte

El formato de supergrupo fue introducido en el mundo del rock a finales de los 60 como una forma de articular proyectos basados en el prestigio adquirido por sus miembros en sus respectivas carreras. Cream o Crosby, Stills, Nash & Young fueron buenos ejemplos. The Minus 5 retoman esa tradición en forma de superbanda norteamericana alternativa de los 90, con el ilustre Peter Buck (R.E.M.), John Ramberg (Model Rockets), Bill Rieflin (Ministry, Sweet 75 y los últimos R.E.M) y, sobre todo, Scott McCaughey (líder de Young Fresh Fellows, con más de 10 años en las giras de Michel Stipe, Buck y los suyos) como alma máter de un intermitente proyecto que nació como un divertimento hasta conformar una discografía de cierta relevancia, con participación de Jeff Tweedy (Wilco) o Ken Stringfellow y Jon Auer (The Posies).

Con un aplomo y vigor formidables, el excepcional cuarteto de músicos se despachó a gusto durante casi dos horas en una ceremonia celebratoria de cuatro décadas de historia del rock'n'roll, echando mano tanto de temas propios (cayeron también algunos de su álbum con Wilco y adelantos de su séptimo elepé) como de un inagotable rosario de versiones de procedencia de lo más diversa, de Paul McCartney a Buffalo Springfield o The Sonics. El resultado fue una exultante sesión de rock robusto como el cemento armado, cercano en ocasiones al reverencial tributo a los clásicos que otras bandas (tan dispares como Bill Wyman and the Rythm Kings o The Detroit Cobras) gustan de practicar sobre el escenario.